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    Opinión | Bartomeu y su mejor decisión histórica como presidente: la dimisión

    La moción de censura ya está aprobada, pero el legado del Barcelona está en juego y Josep María tiene chance histórica.

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    Por:
    Fernando Vázquez.

    Aficionados del Barcelona contra Bartomeu

    Imagen AP
    Aficionados del Barcelona contra Bartomeu
    "El que quiere conseguir todo, debe renunciar a todo"

    Santa Teresa de Ávila

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    Es el peor presidente de la era contemporánea del Futbol Club Barcelona, pero no por ello significa que todas sus decisiones son erróneas. Desde el impresentable Joan Gaspart que casi descendió a los blaugranas, la institución catalana no había sufrido tanto como con Josep María Bartomeu.


    La moción de censura ya está en marcha después de juntar las firmas necesarias pero, ¿qué sigue ahora? Los estatutos internos marcan un plazo de máximo 20 días para convocar a elecciones y bla, bla, bla... no, no nos referimos a ese "¿qué sigue?", sino al que más le importa a los aficionados 'Culés'.

    El legado del Barcelona está en juego, no solo la cabeza de Bartomeu con el referéndum. Las arcas acumulan más arañas que euros, los escándalos, el entorno, los resultados deportivos, la sublevación de Messi, todo se juntó para que la tormenta perfecta llegara a la Avenida Arístides Maillol en la capital catalana y el señalado Josep María tiene, irónicamente, la oportunidad de, al menos, tomar una decisión que sea aplaudida, su último acto: el de la dimisión.

    Renunciar a su cargo no es solo un acto de dignidad, a mandar el ya famoso "mensaje" de amor al club, ese que tanta falta hace en estos tiempos, de esos que se leen entre líneas, sino también es algo necesario, vamos, hasta desde el punto de vista poco romántico, la institución no está para gastar en un referéndum en el que ya se sabría el resultado del clamor de los socios que tendrían que congregarse a votar en una época de contingencia sanitaria.

    Bartomeu no se irá por la puerta grande, es iluso decir eso, pero al menos en su última decisión puede ahorrar tiempo valioso, dinero necesario y esfuerzo mental, la decisión correcta.

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    -Més que un club

    No, el Barcelona no solamente es una entidad deportiva con equipos de futbol, balonmano, hockey o baloncesto, es posiblemente la institución catalana más importante a nivel mundial, símbolo y bandera de la Comunidad Autónoma y, por consiguiente, bandera de Cataluña ante los ojos de todos. Y en lo deportivo, además los títulos, también su escuela de 'futbol total', La Masía, Cruyff, Kubala, la oposición al Real Madrid, las noches de espectáculo europeo.

    Lo que vendrá después del referéndum (o de la dimisión) será una lucha entre los precandidatos que ya tienen un ala "independentista" que intentarán promover al Barça como la cara visible del clamor de un sector del pueblo catalán que busca separarse de España. Víctor Font encabeza esta corriente independentista, Jordi Farré también se ubica como un "consentido", pero entre los nombres que pueden suceder a Bartomeu está nada menos que el de Joan Laporta, el presidente de la era Rijkaard y Guardiola, el directivo del sextete en el glorioso 2009.

    En dos ocasiones anteriores, el Barcelona logró las firmas necesarias para la moción de censura de un presidente, una con Josep Núñez y otra contra el propio Laporta, ambos permanecieron en su cargo después de que en el referéndum no se consiguieron los votos necesarios. Hay ahora una oportunidad histórica para que en Can Barça se dé, por primera vez, un mensaje muy claro de respeto a la institución y lograr el derrocamiento en caso de que no haya renuncia y, desde luego, que la transición para elegir al nuevo presidente sea lo más apegada a la legalidad. La unidad sería lo ideal, pero también es algo utópico.

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    -Hacia una nueva era

    A final de cuentas, el Barcelona hará algo que pocos clubes en el mundo pueden presumir, la institución se debe a los socios y a los millones de aficionados alrededor del mundo y su base está a punto de destituir a un presidente, acusado también de desviar recursos financieros y de aferrarse a su último año de mandato para tratar de "limpiar" las inconsistencias.

    Messi no rejuvenecerá 15 años, se podrá ir el próximo verano o retirarse como blaugrana. Eric García y Depay podrán llegar en invierno o gratis en un año, Xavi tomará el relevo a Koeman o el héroe de Wembley seguirá por 10 años más, todo es transitorio, hasta la propia 'Pulga', lo que prevalece, es la institución llamada Futbol Club Barcelona lo que ahora debe importar, con una renovación deportiva necesaria, un mejor manejo económico y, desde luego, el legado que tiene la institución en Cataluña y el mundo.

    El Barcelona es 'Més que un club', los socios ya lo demostraron, la pelotita está ahora del lado de Bartomeu quien, después, podría darle la asistencia a los precandidatos, ¿el balón llegará a las redes? Al tiempo.


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