La Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos sostuvo en su informe final que la causa del letal percance fue que el piloto perdió el control debido a que viajaba a exceso de velocidad tratando de evitar el mal clima que imperaba esa noche sobre el Canal de la Mancha.
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"El piloto perdió el control de la aeronave durante un giro de vuelo manual, que probablemente se inició para recuperar visibilidad debido a las condiciones meteorológicas.
" Posteriormente, el aparato se partió en vuelo mientras maniobraba a una velocidad significativamente superior a la velocidad de maniobra para la que está diseñado", se lee en el informe.
Además, determinaron que el piloto David Ibbotson no tenía licencia para volar la avioneta, tampoco estaba entrenado para viajar de noche y se presume que tuvo una intoxicación por la entrada de monóxido de carbono a la cabina.
"No había ningún detector activo en la aeronave que pudiera haber alertado al piloto de la presencia de CO a tiempo para que tomara medidas de mitigación".
El vuelo estaba entre Francia y Gran Bretaña cuando desapareció de los radares. El Piper PA-46-310P Malibú se encontraba cerca de la isla británica de Guernsey cuando ocurrió el accidente en el que murieron el piloto y el jugador de 28 años de edad.
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