Fútbol

    China quiere hacer valer el Fair Play con sanciones más duras

    La liga del país asiático luce inflexible ante las sanciones con la finalidad de que el juego límpio permanezca.

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    Por:
    TUDN

    NANJING, CHINA - JULY 01: Ricardo Carvalho #16 of Shanghai SIPG and Alex Teixeira #10 of Jiangsu Suning head the ball during 2017 Chinese Super League (CSL) 15th round match between Jiangsu Suning and Shanghai SIPG at Nanjing Olympic Sports Centre on July 1, 2017 in Nanjing, Jiangsu Province of China.(Photo by VCG/VCG via Getty Images)

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    NANJING, CHINA - JULY 01: Ricardo Carvalho #16 of Shanghai SIPG and Alex Teixeira #10 of Jiangsu Suning head the ball during 2017 Chinese Super League (CSL) 15th round match between Jiangsu Suning and Shanghai SIPG at Nanjing Olympic Sports Centre on July 1, 2017 in Nanjing, Jiangsu Province of China.(Photo by VCG/VCG via Getty Images)

    El fútbol está poniendo sus cimientos en China y las autoridades deportivas del país quieren dejar claro que va a ser un deporte limpio mediante duras y polémicas sanciones que han empezado a salpicar a las figuras internacionales.

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    La polémica más sonada la protagonizó la Asociación China de Fútbol (CFA por sus siglas en inglés) hace unos días, cuando sancionó con ocho partidos al internacional brasileño Oscar del Shanghái SIPG, por desencadenar una trifulca multitudinaria.

    Oscar pateó el balón con fuerza dos veces y golpeó a dos jugadores rivales del Guangzhou R&F, una acción el pasado 18 de junio que ocasionó un rifirrafe entre la mayoría de los futbolistas de ambos equipos y que, según el regulador del fútbol chino, causó un "efecto adverso" a la imagen de la Superliga.

    "La dureza de la sanción tuvo que ver en gran parte con el aumento del interés internacional en la liga china. Este partido se estaba viendo en televisión internacional", apuntó a Efe Andy Strong, gerente de deportes de la agencia de comunicación digital Mailman.

    En su opinión, lo que hizo Oscar (quien también recibió una multa de 40,000 yuanes, 5,300 euros, 6,000 dólares), "no sería más que una falta en cualquier otra liga del mundo" pero aquí se castigó así para "enviar un mensaje claro a los jugadores y a la afición" de que no van a tolerar "ningún tipo de mal comportamiento".

    Oscar protagonizó en diciembre pasado el entonces traspaso récord del fútbol chino, cuando el SIPG pagó 52 millones de libras (unos 65 millones de dólares) al Chelsea londinense. Fue el arranque de una ola de fichajes internacionales que no cayeron bien a las autoridades, que lanzaron una campaña de leyes para limitarlos.

    Así, se aprobaron un impuesto del 100 % a los fichajes de futbolistas extranjeros y una norma que obligará a los equipos que compitan en Superliga, China League One (la segunda división) y Copa a hacer jugar al mismo número de jugadores sub-23 que extranjeros en todos los partidos.

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    En opinión de un abogado experto en derecho deportivo que presta servicios jurídicos a numerosos clubes chinos y que prefirió mantener el anonimato, el asunto no es que ahora haya más castigos sino que en este caso "se magnifica todo más porque es Oscar".

    Así, ante el "descontrol" de los clubes por traer a grandes estrellas, la Federación ha querido mandar un mensaje claro. "El fútbol en China está cambiando mucho y la CFA quiere hacerse notar, decir 'aquí sigo mandando yo'", explica.

    Aunque en aquel partido otros jugadores recibieron sanciones de siete, seis y cinco partidos, la de Oscar fue la que acaparó la atención mediática.

    Además, en días posteriores la polémica creció porque el entrenador portugués Andre Villas-Boas y el jugador brasileño Hulk, compañeros de Oscar, fueron sancionados el pasado viernes con dos partidos por protestar por el castigo.

    El técnico fue sancionado por hacer un "comentario irresponsable" en las redes sociales, mientras que Hulk (junto con otro compañero chino de su equipo) fue penalizado por usar una camiseta impresa con el mensaje "Nada que hacer, nada que decir".

    En opinión del experto en derecho deportivo, las autoridades chinas están tratando de "aplicar la política del país al fútbol", cuando los jugadores no deberían estar bajo la presión de tener que "estar pendientes de que por cada palabra que digan te van a sancionar".

    Strong, por su parte, cree que las autoridades están protegiendo la imagen del fútbol "del modo equivocado".

    "Como jugador extranjero te vas a pensar dos veces si vienes a China con todas las normas para limitar a los foráneos", asegura.

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    Además, agrega, si el miedo a las sanciones entra en el terreno de juego, los partidos "podrían volverse menos competitivos". "No es que quieras ver a jugadores pegándose en el campo, pero al mismo tiempo eso también es una muestra de que quieren ganar al cien por cien", apuntó.

    Esta opinión no es compartida por José Ángel García, entrenador de fútbol de La Liga española en China, quien cree que es totalmente "positivo" que desde el fútbol profesional se sancione cualquier conducta antideportiva.

    "El fútbol profesional es el espejo en el que los niños se miran y es importante que desde los organismos reguladores se tomen medidas al respecto", apuntó García, miembro del programa que tiene La Liga para enseñar fútbol en colegios chinos, que hoy cuenta con 45 entrenadores en 25 ciudades.

    Así, una cosa es la "intensidad" y otra la "agresividad. "Se puedo jugar al fútbol a muy buen nivel, con intensidad y dominando las diferentes facetas del juego pero sin llegar a agresiones físicas o verbales", apuntó.

    De todos modos, agregó, las propias autoridades futbolísticas chinas están aprendiendo sobre la marcha y, aunque ahora puedan cometer algunos errores o excesos, "el sistema de sanción se irá normalizando con el tiempo"

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