Borges le escribió a Iniesta sin saberlo en su poema ‘Los justos’
Andrés Iniesta dice adiós al Barcelona y lo despedimos como se merece todo un poeta del fútbol: relacionándolo con los increíbles versos del escritor argentino.
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TUDN
Video Borges le escribió a Iniesta sin saberlo en su poema ‘Los justos’
Andrés Iniesta dice adiós al Barcelona y lo despedimos como se merece todo un poeta del fútbol: relacionándolo con los increíbles versos del escritor argentino.
3:43 mins
Por: Diego Alejandro Camargo
‘Don’ Andrés se va del club Azulgrana luego de 22 años de magia. El volante se metió en los corazones, no solo de Cúles y españoles, sino de todos los amantes del fútbol del planeta. ¿Cómo? Gracias a su talento y la sencillez de su personalidad.
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En una era en la que los enfrentamientos individuales, léase Messi vs. Cristiano Ronaldo, divide al mundo del fútbol, Iniesta creó la unión y hondeó los valores del jugador casi perfecto dentro y fuera del campo. Conectó estadios y lenguas en millones de aplausos. Como diría el fisioterapeuta del Barcelona Juanjo Brau: “Elevó el fútbol al máximo nivel desde la humildad”. Nos enseñó que las virtudes con la pelota son igual de importantes y se nutren de las virtudes como ser humano.
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El futbolista no pudo contener los sentimientos tras anunciar que deja la entidad tras 22 años.
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Iniesta renunció a las excentricidades, se refugió en el silencio y las palabras precisas, tal como sus pases y gambetas. Es claro: Andrés va más allá del fútbol. Periodistas, técnicos y jugadores lo han elogiado de diferentes maneras. “Uno de los mejores de la historia”, diría Xavi Hernández. “Es casi imposible saber qué es mejor, futbolista o persona”, exaltaría el exfutbolista del Barça, Quique Costas.
Por lo tanto, para homenajearlo de una forma diferente, buscamos algo que lo describiera más allá. Algo desde el arte, para el ‘artista’. Algo que, por lo menos, se le acercara un poco a esas cualidades que tanto destacamos. Y en Borges, el poeta, sí, el mismo que confesó que “odiaba el fútbol”, hallamos una posible definición, o bien dedicatoria, que se adapta perfectamente al 'mago' Andrés Iniesta. Aquí los 12 versos de su poema ‘Los Justos’, escrito en 1943.
Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire. No fue un jardín en Francia como quería el ensayista, fue un viñedo en Albacete, la misma tierra que lo vio nacer el 11 de mayo de 1984.
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El que agradece que en la tierra haya música. Compositor de goles, pases y fintas. Bailamos a su ritmo, elegante, pausado, preciso.
El que descubre con placer una etimología. La palabra Iniesta se descubrió en ese gol al ángulo a los 94 minutos en Stamford Bridge. Y en el remate cruzado al palo, a los 115 minutos en la final de un Mundial en Johannesburgo.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez. La dupla que jamás olvidaremos: Xavi e Iniesta, Iniesta y Xavi. Quienes derribaron con sus paredes cortas y precisas a cientos de murallas. Sí, ellos, los dos humildes y pequeños peones.
El ceramista que premedita un color y una forma. El día de su debut Blaugrana a los 17 años, el 29 de octubre de 2002, en un juego de Champions League contra Brujas. Aquella noche Iniesta pintó la cancha por primera vez de magia.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada. Las lesiones que todo jugador, ídolo o no, debe asumir en su carrera. Sobre todo esa del Mundial del 2010. “Uno de los momentos más difíciles que tengo que vivir”, palabras textuales de Iniesta.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto. Anna Ortiz y Andrés Iniesta, la familia. La compañía y fuerza de un crack que podría terminar en Japón, China o Australia.
El que acaricia a un animal dormido. Uno no, cinco: Nerón, Lippi, Talla, Luna y Pitufo. Las cinco mascotas que Iniesta mima después de consentir al balón.
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El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho. Ninguna sanción por insultar al árbitro. Ninguna suspensión por gestos obscenos. Nada de eso. Pero si carácter y respeto para defenderse contra los que lo querían ‘asesinar’.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson. El planeta agradece que en la tierra haya Iniesta. Una nueva leyenda del fútbol.
El que prefiere que los otros tengan razón. ¿Cuántas patadas? ¿Cuántos insultos? Pero ante todo el silencio del caballero Andrés. Él no se igualaba a sus enemigos.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo. Andrés Iniesta ‘ignoró’ la calidad de su talento y eso lo hizo más grande. Le dedicó el gol más importante de su carrera a su amigo fallecido, Dani Jarque. Y uno de sus mejores amigos dentro de la cancha fue Lionel Messi, el más grande jugador de la historia del fútbol.
Gracias por salvar el mundo del fútbol, gracias por las alegrías a los no hinchas del Barcelona. Gracias por el talento exquisito, las enseñanzas del juego colectivo. Gracias por humanizar este deporte. Gracias por tanto, Iniesta.
