FIFA

    Adiós, Mandela del fútbol, adiós Didier Drogba

    Dentro del campo fue un asesino a sangre fría, pero fuera de él detuvo una guerra civil convirtiéndose en embajador de paz.

    whatsappLogoOutline
    facebookLogoOutline
    twitterLogoOutline
    envelopeOutline

    Por:
    TUDN

    Para Didier Drogba la destacada participación en el LeMans de la 2˚ de Francia le abrió un puente a la selección de Costa de Marfil.
    Luego de tres años con el LeMans se dio el salto a Le Championat. Guingamp pagó 100 mil euros por su ficha.
    Tras 17 goles en 34 partidos, la cotización de Drogba subió a los 6 millones de euros, cifra que pagó gustoso el Olympique de Marsella en 2003.
    En Marsella Drogba empezó a mostrarse al mundo como un delantero veloz, potente y letal. La prueba de su nivel estaba en cada jornada de Champions League.
    El nivel atlético y la fortaleza física de Didier Drogba eran una pesadilla para los defensores: el marfileño marcó 19 goles con la camiseta del Marsella.
    A pesar de tener mucho caracter, Drogba es un ejemplo en comportamiento. En su 17 años de carrera lo expulsaron apenas tres veces.
    Drogba fue elegido el jugador del año en Francia tras su primera temporada con el Olympique.
    A pesar de su rendimiento personal, Drogba no pudo darle un título al Olympique de Marsella. La amargura quedó tras perder la final de la Copa UEFA 2004 ante Valencia.
    En el verano del 2004 Chelsea pagó 24 millones de libras por el delantero marfileño, lo que en se momento fue un récord para el club de Londres.
    En su primer año, Drogba aportó 10 goles en 18 partidos. Una lesión le impidió jugar por dos meses.
    En Chelsea tuvo de compañero a Frank Lampard, quien también se unió a la MLS en 2015.
    Jose Mourinho fue el técnico que terminó de moldear el juego aguerrido de Drogba. "Fue la mejor contratación que el Chelsea hizo en su historia", dijo el portugués este año.
    Los títulos florecieron en Stamford Bridge durante la estadía de Drogba: cuatro Ligas, cuatro FA Cup, tres Copa de la Liga y dos Community Shield.
    Junto al camerunés Samuel Eto'o son los dos mejores delanteros de África en la última década.
    Amo y señor en Stamford
    Drogba le dio un título inolvidable a los hinchas del Chelsea en la 2005/06. Gracias a sus dos goles le ganaron la Community Shield al Arsenal, clásico rival.
    Guió a Los Elefantes a jugar su primer Mundial, en Alemania 2006.
    El juego aéreo siempre una amenaza. Drogba se caracterizó por un juego físico y por la inteligencia para ubicarse en el área.
    Reencuentro mundialista con Arjen Robben, uno de sus grandes amigos en la primera etapa de Chelsea.
    Los festejos en Chelsea se repitieron: a lo largo de su carrera con los Blues, Drogba gritó 152 goles sumando competencias locales e internacionales.
    Luego de ocho años de noches memorables en Champions League, en 2012 finalmente Drogba pudo abrazar a La Orejona.
    Después del Mundial de Sudáfrica, Drogba decidió que era tiempo de cambiar de aires y se fue a jugar al Shanghai Shenhua, de China.
    Drogba jugó su tercer mundial en Brasil 2014. Fue el único en el que no marcó goles.
    Con su amigo Thierry Henry comparten la pasión por el baloncesto de la NBA.
    Drogba vivió desde adentro el calor de Estambul defendiendo los colores del Galatasaray. En fútbol turco ganó Liga, Copa y Súper Copa.
    La vuelta del rey: Drogba fue una pieza de reparto en la última temporada con Chelsea, pero se coronó (la imagen lo demuestra) campeón de la Premier League.
    Euforia total en el aeropuerto Pierre Elliott Trudeau con la llegada de Didier Drogba a Montreal.

    1 / 28
    Para Didier Drogba la destacada participación en el LeMans de la 2˚ de Francia le abrió un puente a la selección de Costa de Marfil.

    Todo presagiaba desesperanza cuando Costa de Marfil quedó emparejada en el mismo grupo clasificatorio que el Camerún de Samuel Eto’o rumbo a Alemania 2006. No obstante, Didier Drogba se echó al equipo al hombro y logró una clasificación mundialista de proporciones históricas.

    Publicidad

    Pero ese robusto goleador de ébano (quien inició las eliminatorias jugando para el Olympique de Marsella y las terminó jugando para el Chelsea) habría de echarse a su país entero al hombro. Un conflicto entre cristianos y musulmanes cobraba las vidas de más de cuatro mil personas y desplazaba de sus hogares a un millón de seres humanos.

    Localizada en el África occidental, Costa de Marfil entró en turbulencias políticas ante la necesidad de realizar elecciones luego del fin del gobierno de Félix Houphouët-Boigny, el cual duró más de 30 años desde la independencia de este país del imperialismo francés. El norte se convirtió en bastión de grupos rebeldes mientras el sur quedó en manos de grupos oficialistas.

    “HOMBRES Y MUJERES DE COSTA DE MARFIL: DE NORTE A SUR, DE ESTE A OESTE, HEMOS DEMOSTRADO QUE TODOS LOS MARFILEÑOS PODEMOS COEXISTIR Y TRABAJAR JUNTOS POR UN MISMO OBJETIVO, CALIFICAR AL MUNDIAL.”

    Así comenzó Drogba su discurso legendario para apaciguar a su país. Costa de Marfil finalmente se hallaba clasificada para la Copa del Mundo y la oportunidad de llamar a la concordia era tan valiosa como las vastas riquezas naturales de dicha nación. “POR FAVOR BAJEN LAS ARMAS. ORGANICEMOS ELECCIONES. LES RUEGO QUE SEAN CAPACES DE PERDONAR. PERDONAR. PERDONAR.”

    El gran Mundial Sub20 de la Vinotinto contrasta con la aguda crisis vivida en Venezuela y hace recordar casos similares en Europa y África.
    La selección venezolana entrenada por Rafael Dudamel está haciendo historia metiéndose a la lucha por su primer título oficial de la FIFA.
    Mientras tanto, en Venezuela, el país está volcado en las calles, dividido entre la oposición al gobierno de Nicolás Maduro y las bases sociales del Chavismo.
    Las divisiones políticas entre los venezolanos desafortunadamente son profundas y el diálogo ha sido difícil.
    Sin embargo, entre Adalberto Peñaranda, Sergio Córdova y Wuilker Faríñez, la 'Sele Vinotinto' está uniendo a un país entero.
    En Bélgica, el país está dividido entre los flamencos, que tienen su propia lengua (parecida al holandés) y la mayoría de habla francesa, los valones.
    Bélgica es una Monarquía (el rey Philippe es el Jefe de Estado), pero los flamencos quieren separarse y formar una república independiente.
    El capitán de la selección belga, Jan Vertonghen, quien milita en el Tottenham Hotspur, es de la parte flamenca, pero sabe hablar francés también.
    Bélgica tiene cracks como Eden Hazard, quien viene de la parte valona, e hijos de migrantes africanos y asiáticos, como Mousa Dembelé y Radja Nainggolan.
    Además de sus divisiones internas, Bélgica también ha sido golpeada por el terrorismo.
    Pero cuando juega Bélgica, los aficionados belgas olvidan por un momento sus problemas políticos y se unen para ver fútbol.
    El elefante marfileño Didier Drogba intentó reconciliar a su país durante toda su carrera profesional. Incluso habló con el presidente depuesto Laurent Gbagbo.
    Costa de Marfil ha padecido los estragos de una guerra civil entre el norte musulmán y el sur cristiano. Muchos países africanos enfrentan problemas similares.
    En el 2002, Francia envió tropas de pacificación a Costa de Marfil empeorando la situación con la población civil.
    Pero en 2006 la selección marfileña calificó a su primer Copa del Mundo de la FIFA, ayudando a deponer las armas por unos días.
    Drogba intercedió en 2008 para que la selección de Costa de Marfil jugara sus partidos en la ciudad de Bouake, controlada por fuerzas rebeldes, opositoras a Gbagbo.
    Ya sin Drogba, en 2015 los elefantes lograron su segunda Copa Africana de Naciones liderados por Yaya Touré.
    El título africano fue una linda excusa para unir a todos los marfileños sin importar religiones ni grupos étnicos.
    Detrás del cuento de hadas de Islandia en la Eurocopa 2016, hay un país golpeado duramente por una crisis financiera y política.
    En 2016, una investigación periodística conocida como 'Panama Papers' reveló que el primer ministro islandés Sigmundur Gunnlaugsson usaba paraísos fiscales para ocultar sus verdaderos ingresos.
    El pequeño país, que ya había sufrido una crisis bancaria en 2009 que provocó la bancarrota de su población, salió volcado a exigir su renuncia.
    Gunnlaugsson renunció en abril de 2016, y poco después la selección islandesa maravillaría al mundo del fútbol.
    Islandia alcanzó los cuartos de final de la Euro eliminando 2-1 a Inglaterra en octavos de final.
    La crisis financiera mundial de 2008 pegó duro en España: más del 56% de los jóvenes españoles quedaron desempleados.
    En medio del estallido del desempleo juvenil y de un cambio de gobierno, España conquistó su primera Copa del Mundo de la FIFA en Sudáfrica 2010.
    La celebración no solamente hizo ovidar por unos días los problemas económicos, sino que también se festejó en ciudades como Barcelona o Bilbao, donde el sentimiento español no tiene mucho arraigo.
    Tras el éxito de Sudáfrica, un sector importante de la sociedad española regresó a las calles a protestar.
    En 2011 incluso surgió un movimiento social conocido como 'Los Indignados'.

    1 / 28
    Imagen Getty Images.
    El gran Mundial Sub20 de la Vinotinto contrasta con la aguda crisis vivida en Venezuela y hace recordar casos similares en Europa y África.


    En coordinación con la ONU, se logró declarar bilateralmente un cese al fuego a fin de estipular una fecha de votaciones para elegir un nuevo gobierno. Desde luego que Drogba y sus compañeros de equipo no lograron resolver solos la crisis política, pero su unión sobre el terreno de juego evitó un mayor derramamiento de sangre y más pérdidas de vidas inocentes.

    Publicidad

    “ESA TARDE SENTÍ QUE MI PAÍS NACIÓ DE NUEVO,” dijo Drogba al recordar sus propias palabras. La selección africana, desafortunadamente, quedó emparejada en el grupo de la muerte con Holanda y Argentina siendo eliminada a las primeras de cambio.

    Sin embargo, la victoria de Drogba superó lo estrictamente futbolístico, puesto que unió a su alrededor a sectores de la sociedad políticamente separados por cuestiones de dogma, diniero y poder.

    Ahora que su carrera arriba a su fin, el legado del nativo de Abidjan no solamente consiste en goles y títulos, sino también en amor y paz. La suya es la imagen de un imponente delantero visto como un grandioso elefante: con colmillos largos y poderosos para defender a los suyos manteniéndolos siempre unidos.

    @CesarKickoff

    En alianza con
    civicScienceLogo
    US