Serena, implacable reina de Wimbledon 2010

Serena Williams impactó con su nivel de juego y luego en el baile de los campeones en Wimbledon.

Antes de arrancar la final, la costumbre de retratar a las dos contendientes.

El poderoso servicio de Williams fue clave en la defensa de su título.

La rusa Vera Zvonareva enfrentó con todos sus recursos su primera final en un torneo del Grand Slam.

Aunque las crónicas señalan que se tardó en entrar en su ritmo, Serena no vio peligrar su condición de campeona.

Después del quinto juego del primer set, Serena fue una fuerza desatada de la naturaleza sobre el 'césped sagrado'.

Y comenzaron a abundar los tiros ganadores y la vehemencia de la jugadora número uno del mundo.

El All England Tennis Club se llenó de exclamaciones de admiración hacia la menor de las hermanas Williams.

Aunque tuvo una actuación muy digna, Vera se vio abrumada por la potencia de la estadounidense.

Se acercaba el momento de la victoria y Serena lucía más y más incontenible.

La coronación de la diosa de ébano se dio con parciales de 6-3 y 6-2. El festejo fue más que merecido.

Aunque ya tenía tres de estas preciadas charolas, Serena no dejó de admirar el fruto de su esfuerzo en esta edición.

Las dos finalistas posan con sus respectivos trofeos. Vera Zvonarena reconoció el poder de Serena.

Arropada por la ovación del exigente público de Wimbledon, Serena saludó en su calidad de bicampeona.

El baile de la noche siguiente reunió a los campeones de singles de ambas ramas. Rafael Nadal saludó a su llegada a Serena.

Las lentes de la prensa internacional no se agotaron de captar a Serena, la reina de Wimbledon 2010.