El alemán Alexander Zverev y el austriaco Dominic Thiem llegaron en helicóptero a un acantilado de Acapulco, cercano a la popular zona de La Quebrada, donde jugaron un partidito de exhibición y fueron recibidos con mariachis por el director del torneo, Raúl Zurutuza, horas antes del inicio de actividades del cuadro principal.