TORREÓN, México, dic. 27, 2016.- Llegó un día muy especial para Rodri, pequeño originario del estado de Guerrero que lucha contra la leucemia que padece desde los tres años de edad, siempre mostrando la mejor actitud y esbozando una sonrisa inigualable, aficionado de Santos.Y es que la familia Rendón Alonso, ahora residente en la Ciudad de México para apoyar al más joven de sus integrantes en su tratamiento, y específicamente luego del trasplante de médula ósea al que fue sometido, viajó a Torreón para conocer las instalaciones del Territorio Santos Modelo y observar el entrenamiento del primer equipo.“La verdad es muy bonito estar aquí, no nos lo esperábamos, Rodri en el hospital siempre pedía su playera de Santos, todos los días que jugaba el equipo la ponía, siempre ha dicho que los Guerreros es su equipo”, compartió la madre Katy Alonso.Enseguida señaló: “Después del trasplante cuando el equipo visitaba la Ciudad de México se inició el contacto con el Club, vía correo electrónico se dio hace dos meses la confirmación para asistir a la convivencia de Guerreros de Corazón que se organizó en Toluca, con el apoyo de la fundación Dr. Sonrisas”.“Él comenzó su tratamiento a los tres años, esperemos que en adelante sea pura revisión después del trasplante de médula, le echa muchas ganas y está muy emocionado de estar aquí”, agregó.En tanto Rodri, notoriamente emocionado por estar en el cuartel general de los Guerreros, reconoció el esfuerzo que brinda su equipo día a día: “Me gusta mucho el color verde, me gusta su logotipo, me gusta que le echan muchas ganas y que siempre siguen luchando por tener más trofeos”.Más tarde tuvo la oportunidad de volver a platicar con su jugador favorito, el caboverdiano Djaniny Tavares, luego de un primer contacto en el torneo anterior. “Me gusta su cabello, lo alto que es y su color de piel” dijo el santista.La visita concluyó con un comentario sumamente emotivo por parte de Rodri refiriéndose al Club lagunero: “Los admiro desde que nací, me gusta tener sus playeras, ser un santista de corazón, desde que estaba en la panza de mi mamá, es un honor conocerlos”.