El arribo de Enrique Meza como técnico de Tiburones Rojos de Veracruz es sorprendente desde ángulo que se le pueda analizar, sobre todo porque si algo ha marcado al ahora estratega de los escualos es su rectitud y compromiso en todos sus proyectos, por eso es de llamar la atención que ahora se ligue a un club lleno de problemas e incertidumbre.Temas que siempre ha tratado de cuidar y si no, basta con recordar aquella mala experiencia que vivió en su primera etapa con Monarcas Morelia hace 24 años, cuando logro salvar del descenso a los michoacanos, pero los entonces dirigentes no le cumplieron del todo las promesas pactadas.Más allá de ese desgastante pasaje en su carrera, Enrique Meza es un hombre de éxitos palpables, siempre ha sido una garantía de trabajos con resultados favorables y aunque también ha tenido que soportar los fracasos como parte de la curva de aprendizaje, jamás se ha visto envuelto en demandas ante controversias por despido o salarios incumplidos.Situaciones que son parte de la historia reciente de los veracruzanos, ya sea con jugadores o ex técnicos quienes se han marchado de la institución con más amarguras y desilusiones que gratos recuerdos, y con la constante de tener que demandar para recuperar el dinero que acordaron en su momento con la directiva.Realmente resultaría desagradable y cuestionable que los Tiburones, encabezados por el empresario Fidel Kuri Grajales, se comporten de forma desleal con un hombre de palabra y trabajo como es Enrique Meza, tal y como lo han hecho con otros personajes que en su momento pasaron por la institución veracruzana.Al interior de los jarochos se habla de tiempos de cambio en todos los aspectos, eso sería maravilloso, y más si llevaron a sus filas a un tipo que no escamita en nada para dejar lo mejor en cada entrenamiento, en cada partido, pero sobre todo al momento de convencer a sus jugadores de lo que se necesita para cumplir los objetivos.