Tigres y Rayados llegan muy por debajo de lo esperado en el presente torneo y se juegan en el Clásico Regio muchas cosas que van más allá de los puntos y de sus posibilidades de calificar.Un clásico siempre es así, pero en esta ocasión hay factores adicionales que incrementan el peso específico que tendrá el resultado en el futuro de los protagonistas de ambos lados de la balanza.Creo que el más presionado es Rayados. El equipo de Diego Alonso ha navegado buena parte del torneo entre los primeros de la tabla pero no ha contado con la aprobación de sus seguidores a quienes hay algo que no les convence.El público se ha ausentado en buen número de las tribunas, cosa muy extraña. Los seguidores han perdido la paciencia y no están dispuestos a conceder ningún crédito al nuevo entrenador y sus jugadores.La afición rayada quiere victorias, pero también un equipo que juegue agradable, que divierta, que sea contundente y que guste. Casi me atrevo a decir que muchos se arrepienten de haber reventado a Mohamed que entre muchísimas cosas buenas que hizo con el equipo, tuvo como pecado capital perder una Final ante Tigres.Del lado de Tigres, la baja de juego, sin ser grave, es lo suficientemente preocupante para un equipo como el felino, que se aleja cada vez más no sólo de los resultados, sino sobre todo del rendimiento.El desgastante tema de Ferretti y su interés por ir el Tri también hace que un sector del público pierda la paciencia y exija que su entrenador tome una decisión definitiva porque si las cosas no caminan en Tigres no estarán dispuestos a tolerar que Tuca vaya prestado y maneje los dos equipos a la vez.Hasta al interior de la plantilla parece presentarse un desgano generalizado y algunos pequeños focos de indisciplina que reflejan el hecho de que su entrenador ha dejado de jalar la rienda como lo hace habitualmente.Hay elementos que ya no corren igual porque no quieren y otros porque no pueden, ya que su condición física evidentemente se ha visto mermada. ¿Qué pasa en Tigres?Ambos equipos necesitan la victoria en un partido que podría calmar ansias y ayudarles a comprar tiempo en el ánimo de la afición; sin embargo, creo que para Diego Alonso la mecha estás muy corta y la bomba podría explotar rápido.Si Rayados pierde el clásico y luego no queda campeón, veo muy difícil que puedan sostener al director técnico uruguayo, a menos que la directiva esté dispuesta a soportar los desplantes de su afición.En Tigres el terremoto no sería tan fuerte, pero le iría restando crédito a Ferretti y poco a poco aumentaría la presión o incluso pondría por primera vez sobre la mesa el análisis de si se acabó la era del Tuca.A Tigres no le basta con calificar, otra vez, tiene que llegar con verdaderas aspiraciones de campeón a la Liguilla y así como se ve hoy, no le auguro nada bueno.¿Para usted, quién arriesga más en este Clásico Regio?