Las crisis de resultados y credibilidad que atraviesa Chivas parece interminable, esta cruda realidad que los tiene por cuarto torneo consecutivo sin Liguilla, se ha convertido en una bola gigante de problemas conforme transcurren las semanas, y que da la impresión de que nadie es capaz de frenar.Semanas atrás, los encargados del proyecto deportivo del Club Guadalajara dieron un golpe de timón al cesar al paraguayo José Saturnino Cardozo, dejando sólo por un partido a Alberto Coyote, un cambió que fue fallido, la situación se agravó aún más, generando otro movimiento más en la dirección técnica.Con la intención de provocar un cambio de actitud y que el plantel asumiera la responsabilidad que le corresponde ante el desastroso torneo que habían entregado, la dirigencia puso en manos de Tomás Boy Espinoza el destino de uno de los equipos más populares del balompié mexicano.El objetivo con la llegada de Boy Espinoza era buscar que los jugadores reaccionaran, que en la intimidad del vestidor las cosas mejoraran, que la autoestima de cada uno de ellos sufriera una catarsis, pero en dos partidos tampoco el ahora estratega ha podido levantar a los tapatíos.Se estima que en el próximo verano se venga una fuerte sacudida en el cuadro Rojiblanco, se pretende hacer los cambios que sean necesarios para buscar darle otra cara a este equipo, la motivación para ser uno de los factores más lastimados al interior, sumado a la falta de credibilidad.Aquí surge la duda, sobre si los responsables de diseñar el plantel, ya se habrían percatado del perfil que se requiere no solo de jugadores, sino de quien estén pensando como el siguiente estratega, buscarán traer uno de renombre que los lleve a tener que reestructurar gran parte del equipo, esto significa hacer una fuerte inversión económica.Uno de los problemas recurrentes en tiempos recientes en Chivas tiene que ver con el trato hacia el grupo, sobre la idea que le pretendan implantar, ya que en los dos últimos casos como José Cardozo o Tomás Boy, quienes se toparon con pared al momento de mostrar su carácter, estilo de trabajar y de imponer una disciplina.El actual futbolista de Chivas gusta de que lo mimen, lo escuchen y le permitan exponer sus inquietudes, y para ello, le deberían traer un estratega de bajo perfil, un personaje que no acapare los reflectores, esa parece ser una triste, pero realista alternativa que estarían analizando, los encargados de buscar ese próximo entrenador para el Rebaño.