Se jugaba el medio tiempo de la Jornada 5 en Ciudad Universitaria. Los Pumas de David Patiño eran un vendaval frente a unos de los equipos más poderosos de la Liga, los Tigres de Ferretti.El juego culminó con inobjetable triunfo auriazul y el convencimiento de un servidor de que esta versión de la UNAM alcanzaba para ser un gran candidato a lo largo del torneo.“Mientras estén completos, mientras no se lesionen sus figuras, van a llegar lejos”. La conclusión tras 90 minutos de muy buen futbol.Semanas después, las lesiones no llegaron, afortunadamente, pero sí una baja de juego generalizada que ha sacado a Pumas de zona de Liguilla y lo tienen flotando en un mar de dudas.Resulta que tal vez Arribas no es central de élite como parecía, Barrera no termina por ser el astro que pensamos algunos, puede ser, a Alustiza le llegó la inconsistencia de siempre, Castillo no se siente tan cómodo, Formica cuenta menos para Patiño de lo presupuestado, en fin. Cualquier cantidad de ideas que acompañan a un club en caída libre.No tengo la respuesta sobre el resquebrajamiento de un proyecto que apuntaba a ser sólido. De hecho, aún mantengo una confrontación de ideas, ambas con argumentos fuertes: Pumas rectificará el camino y volverá a ofrecer las dosis de ilusión que su futbol generaba al arranque del torneo o tal vez me precipité un poco al diagnosticar el potencial auriazul para este torneo.En el balance actual: sigo pensando que este equipo está en condiciones de competir mucho mejor.Elegir alguna de estas opciones vale. La palabra la tienen David Patiño y sus dirigidos. Las dudas las tenemos los demás.