Las circunstancias del futbol le ponen en el mes de abril una prueba de fuego a los Tigres que podrían llegar a jugar hasta nueve partidos en 30 días lo cual significa prácticamente un partido cada 3 días.Si los felinos no llegasen a la final de la Concachampions, entonces la cuota bajaría a siete cotejos pero aún así la carga es muy pesada, porque para colmo de males la jornada 10 que quedó pendiente se va a reponer para Tigres en este muy saturado mes.El equipo prácticamente no podrá entrenar. Al más puro estilo de las ligas europeas los de Ferretti tendrán que jugar, recuperarse, viajar y volver a jugar sin mayor tiempo para ensayos.Lo aprendido hasta ahora debe ser suficiente para poner en práctica las mejores cualidades del sistema de “El Tuca” y buscar con ello los resultados más favorables para llegar lo más lejos posible en ambas competencias.Como siempre, el gran reto en estas semanas será la administración física del plantel en el que de por sí ya existen algunos elementos lesionados como el caso de Damm y Viniegra que se encuentran fuera de circulación.Habrá que observar muy de cerca el estado físico de los jugadores para exigirles en la medida de sus posibilidades físicas, pero sin llegar al extremo de reventarlos y ocasionar un daño mayor para el futuro.En nuestro país existe la creencia generalizada de que no se puede competir al mismo nivel en dos torneos simultáneos, pero equipos como Tigres se han armado para lidiar con este tipo de circunstancias y ahora es cuando deben demostrarlo.Desafortunadamente para Tigres, el equipo tiene una presión extra en la Liga donde no pudo tener el inicio de torneo adecuado al peso de su plantilla y ahora navega con la urgencia de no dejar escapar puntos.La situación no es nueva y creo que de lo vivido en años anteriores el cuerpo técnico de Ferretti debió tomar aprendizajes importantes para ir mejorando en la toma de decisiones cuando se llega a una encrucijada así.En 30 días más Tigres podrá estar en los cuernos de la luna o quizá haciendo el recuento de los daños. En sus manos está la conclusión de esta historia que los llevará a la máxima intensidad. El mes se pone bueno.