Tigres ha iniciado este torneo mostrando una cara que hace tiempo no le conocíamos. El equipo no sólo ha iniciado el torneo con resultados muy por abajo del nivel esperado, sino que además su funcionamiento, sobre todo defensivo, ha dejado mucho que desear.Hoy vemos a la zaga de Tigres cometer errores que en otra época eran impensables en un equipo dirigido por Ferretti y con el que tiene tanto tiempo trabajando, incluso con los mismos hombres, especialmente en el cuadro bajo.La salida intempestiva de Guido Pizarro evidentemente abrió un boquete en esa zona del campo para los que no estaban preparados y al parecer la búsqueda del candidato ideal se ha retrasado a límites preocupantes.Por un lado, se agota el tiempo para registrar un nuevo futbolista y, por el otro, el torneo sigue su marcha y se paga el precio de las malas actuaciones dejando valiosos puntos en el camino.Si a eso agregamos la poco comprensible decisión de echar por la borda el torneo de Copa y jugarlo con jóvenes de poca experiencia, tenemos un verdadero coctail de sinsabores para los aficionados felinos que rápidamente se habían acostumbrado a otra cosa.El panorama parece abrumador, pero tampoco se puede hacer una tormenta en un vaso de agua porque en un abrir y cerrar de ojos podrían corregirse las cosas que hoy se ven fuera de rumbo.Lo que me preocupa es qué tanto aguantarán los seguidores, porque sabemos que en la tribuna la paciencia es corta, no tardarán en empezar a buscar un responsable y creo que los reflectores por inercia van a apuntar hacia Ferretti.La llegada del esperado refuerzo podría calmar ansias y comprar algo de tiempo para que se acomoden las cosas en la cancha, aunque al mismo tiempo generará una mayor expectativa sobre la nueva contratación.Por primera vez en años veo al equipo de Tigres con dudas que por lo menos públicamente no había mostrado.