Mucho se ha escrito y hablado en los últimos días sobre la llegada del ex astro argentino Diego Armando Maradona al futbol mexicano, en específico a la Liga de Ascenso MX, para ser el “técnico” de Dorados de Sinaloa, un equipo sumido en la mediocridad del circuito de plata con solo tres unidades y ubicados en la posición 13.En otro momento y quizá basados en la problemática que vivían bajo el mando de su anterior estratega, Francisco Ramírez, se pensaría en traer una solución, pero a la distancia da la impresión que la dirigencia sinaloense se fue por un camino equivocado o se enfocaron en otros aspectos u objetivos que sólo el tiempo determinará si acertaron o fracasaron.Por lo pronto, hay una gran expectación para ver a Maradona en el banquillo, pero aquí no nos olvidemos que ahora se trata de un personaje histórico como jugador que después de derrochar todo su talento, lo que más viene a la memoria son sus escándalos, no se trata de asumir una postura moralista, pero quizá su llegada a El Gran Pez quede lejos de lo que muchos pudieran pensar e imaginar sobre los resultados en la cancha.Aquí se tiene que ser muy cauto, porque si las cosas comienzan a rodar de manera positiva, no todo el crédito debe ser para Diego, porque tendrá el apoyo y asesoría de los técnicos mexicanos que conoce la Liga MX, como es Mario García, y ese quizá sea el punto más favorable en la decisión de la directiva, quien pensó en él para rescatar el proyecto.Seguramente que hará el trabajo sucio y ojalá lo dejen hacerlo sin cuestionamientos ni celos del cuerpo técnico que trae Maradona, sin duda la presencia de Mario en este momento es lo mejor que les pudo suceder, más allá de la figura que pudiera representar el ex jugador argentino.También, el tiempo será determinante para saber si los otros objetivos que se plantearon los dirigentes de Dorados de Sinaloa son sólidos y, ante todo, reales, porque ya tiene un nuevo problema entre ellos.