La incertidumbre se apodera cada día más de los jugadores que actualmente están en el descendido Tiburones de Veracruz, pero también de aquellos que salieron hace tiempo de la institución, el estrés al que están sometidos es principalmente a la falta del pago de salarios y adeudos anteriores de parte de la directiva que encabeza Fidel Kuri Grajales.Para todos ha resultado no sólo sorpresivo, sino molesto e incomodó que el empresario veracruzano, anunciara la semana pasada, tras consumarse el descenso matemático de los escualos, que sí pagaría la multa de 120 millones de pesos para mantenerse en la Liga Mx el próximo año futbolístico 2019-2020.En fila tiene el directivo muchos acreedores entre jugadores y extécnicos, al equipo femenil y a quienes parece dejaría esperando sus pagos, porque él sólo estaría pensando, en invertir para seguir siendo parte de los socios de la industria del futbol mexicano, un plan que se podría ver frenado, si la Liga MX, hace valer los reglamentos.A estos asuntos también se sumarían las demandas que el club Veracruz tendría ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS por las siglas de Tribunal Arbitral du Sport en francés), y se estima que todas la ha perdido.Desde hace varias semanas se supone que hubo reuniones entre directivos de la liga, Federación Mexicana de Futbol (FMF) y escualos, donde el tema principal no habría sido la permanencia en Primera División, sino la venta del equipo, y así buscar una alternativa de salida para Kuri Grajales.Al Torneo Clausura 2019 aún le quedan varias jornadas por delante, mismas que podrían ir marcando el rumbo que tomaran las cosas para los futbolistas que prestan o prestaron sus servicios al equipo veracruzano, pero también sobre la propiedad del equipo, es decir que en este periodo podría cambiar de manos.Se supone que Kuri Grajales ya habría recibido algunas ofertas para vender, pero ha trascendido que lo sigue pensando, aunque no hay que descartar que una posible estrategia para generar ese cambio, pudiera ser la misma que se utilizó para sacar silenciosamente, hace un año a Carlos Hugo López Chargoy, entonces propietario del Puebla.En aquella ocasión se trajeron nuevos inversionistas, quienes al mismo poco a poco fueron colocando a sus hombres de confianza en puestos estratégicos, para después dar ese golpe que les permitirá tomar el control.