No ha sido un buen día para Juan Carlos Osorio, el técnico de la Selección Mexicana.Vimos como nunca antes, en “modo irrespetuoso” al casi siempre caballero colombiano.Inició faltando al respeto a su débil adversario neozelandés, con 8 cambios que poco tienen de lógico cuando se trata de un torneo corto como el de las Confederaciones y menos cuando se viene de una actuación decorosa frente al campeón de Europa.Siguió con una mentada sin ton ni son, captada por la señal internacional de televisión, luego de una acción de juego donde hay una falta sobre una futbolista mexicano, Salcedo, quien se lesiona de manera circunstancial.Satura de información a sus futbolistas con movimientos poco practicados, en zonas del campo donde están poco acostumbrados a estar.Explicaciones tácticas a favor o en contra las hemos visto por racimos en las últimas horas, algunas afortunadas otras no tanto, pero podríamos remitirnos a la elemental lógica de que, si tienes a un jugador, Reyes, de gran campaña en España como defensa central, éste debe jugar en esa zona del campo en su selección nacional.Termina iracundo el colombiano y cierra con broche de oro en conferencia de prensa con nula autocrítica.El dibujo de partido que nos describe, se acerca poco a lo que vimos millones de ojos, unos más “conocedores” que otros y que terminó con un ajustado triunfo sobre una selección de Nueva Zelanda de paupérrimo nivel.Dicho esto último con todo respeto. Pero con cero “Corrección política”.Cierro alejándome del drama. La Selección Mexicana camina de manera sólida en este proceso. Aún con pésimos días como el que tuvo el director técnico este miércoles.