Fue el 25 de noviembre de 1997 cuando la Federación Mexicana de Futbol (FMF), determinó cerrar el ciclo del técnico Bora Milutinovic al mando de la selección nacional, pese a que el serbio había amarrado sin contratiempos y en primer lugar el boleto para la Copa del Mundo de Francia 1998. Velibor se marchó entre el repudio de la afición, una tendencia negativa entre los dirigentes de la época, porque su estilo de plantear y afrontar los partidos generaban dudas de cara a la justa mundialista, y se consideró en ese momento que el rendimiento mostrado en la eliminatoria simplemente no era el indicado para las aspiraciones. Bora disputó 47 partidos con 21 victorias, 13 empates y 13 derrotas, con 85 goles a favor y 54 en contra, y alcanzó su máximo brillo al conquistar el tercer lugar de la Copa América '97, que se disputó en Bolivia, también ganó la Copa de Oro '96, Copa USA '96 y USA '97 y logró clasificarse el Mundial francés, en poco más de dos años de gestión.Lo arriba expuesto se pone sobre la mesa, porque ahora con la presencia del colombiano Juan Carlos Osorio, en el banco de la selección, parece que nos trasladamos dos décadas atrás, en esa atmósfera de incertidumbre cimentada con ciertos rasgos de drama, por lo que pueda suceder con el Tricolor en la Copa del Mundo de Rusia 2018.Desde su arribo en octubre de 2015 al mando del seleccionado mexicano las dudas, los cuestionamientos, han sido parte de su gestión y por algunos momentos parecía que su idilio se derrumbaba sobre todo por lo sucedido en Copa América Centenario y Copa Confederaciones, donde las luces de alerta se encendían con más intensidad.La realidad es que bajo sus órdenes, no sólo se convirtió en la quinta selección en asegurar su pase de abordar para tierras rusas, sino que cerró la eliminatoria con solo una derrota, seis triunfos y tres empates con un total de 21 unidades, cifras que deberían servir como un argumento sólido para dejar de cuestionar su permanencia.Tampoco parece tener la fuerza suficiente el haber terminado con varios pasajes obscuros del Tricolor en las eliminatorias de la Concacaf, como vencer a Estados Unidos en Columbus, o haber derrotado como visitante a Trinidad y Tobago por primera ocasión desde hacía 17 años, además de superar a los hondureños en su casa y a Canadá en más de dos décadas.La pequeña pero gran diferencia que pudiera existir entre lo que sucedió hace 20 años con Bora Milutinovic en comparación con Juan Carlos Osorio, es que el estratega colombiano “parece” estar blindado por la misma FMF, esa tranquilidad de la que careció Velibor.Quizá el punto más trascendental es el respaldo de los jugadores en la actualidad, un aspecto fundamental porque en aquella época si algo cuestionó principalmente el cuerpo técnico del Tricolor fue que el grupo jamás se mostró solidario, o al menos no como ellos esperaban.Guste o no, la realidad es que Osorio cumplió el objetivo para el cual fue contratado, y será quien esté en el banco nacional en junio de 2018 en tierras rusas.