Muy rápido el Cruz Azul se puso “mala copa”. Exhibido frente al Puebla y muy cerca de una temprana y dolorosa eliminación de la Copa MX.Pedro Caixinha ha heredado pecados ajenos. El abandono que durante mucho tiempo sufrieron las fuerzas básicas celestes propicia que hoy día no existan respuestas serias cuando se trata de acudir a ellas. No existe en La Máquina un canterano con una proyección importante para un futuro cercano. Saldrán nuevos, sin duda, pero eso llevará algún tiempo.Los pecados propios del estratega portugués pasan por poner juntos a un grupo de jugadores que por circunstancias distintas acusan falta de rodaje. Por ahora, poner juntos a Carlos Peña y a Walter Montoya no parece precisamente una muy buena idea.No consigue todavía algún avance con respecto al lamentable nivel con el que encontró a Ángel Mena o el que ha mostrado Jordan Silva desde su llegada a la institución. Por si fuera poco, Julio César “Cata” Domínguez no ha tenido precisamente un buen inicio de temporada.Demasiada “revolución” en el juego de Edgar Méndez y la falta de un buen socio se nota.Sucede entonces que un equipo que dirige Enrique Meza y que en consecuencia juga bien como el Puebla, los hace ver mal, los golea en 45 minutos y los mete en problemas muy temprano, porque no está Cruz Azul en una situación de “tirar” torneos.Ahora viene el León el sábado, dura prueba en la incipiente Liga.