Está en todo su derecho Pedro Caixinha de prescindir de los servicios de cualquier jugador que no encaje en su proyecto de equipo para el próximo torneo. Aunque se llame Christian Gimenez.Al portugués lo trajeron para cumplir objetivos y eso implica decisiones. Ya tomó una y no fue la más popular precisamente. Pero no se trata desde ninguna perspectiva de ser simpático o incluso democrático.En donde difiero es en la forma. No tendría que haber sido el técnico quien lo anunciara a los medios de comunicación con un tono desenfadado y hasta indiferente a la noticia.Tampoco el “Chaco” tendría que haber dado su punto de vista a los reporteros presentes en la entrada de La Noria, una vez que había descendido de su automóvil a petición de ellos.Lo ideal era un anuncio encabezado por el propio futbolista dentro de las instalaciones del club con parte de la directiva presente.Aunque desde hace algunos meses Christian Giménez había dejado de ser fundamental en el funcionamiento deportivo de La Máquina, no así en su proyecto integral, ése que conocen perfectamente lo que significa ser un CLUB PROFESIONAL, con compromisos comerciales, sociales y hasta sentimentales con el entorno.En todos ellos encajó perfectamente la presencia del “Chaco” en la institución cementera. Se convirtió en la cara visible hacia el exterior de todos los mensajes.Nada de eso fue reconocido públicamente antes de que Giménez abandonara Cruz Azul, por lo menos durante algún tiempo.A nivel personal, mi reconocimiento total para el futbolista, pero sobre todo para la persona. Profesional, ejemplar, atento y, lo más importante, para estos efectos: con gran calidad a la hora de jugar la pelota.A Christian “Chaco” Giménez se le va a extrañar. No tengo la menor duda…