Tampa Bay Buccaneers dejó de ser perdedor para ganar otro Super Bowl

Los Tampa Bay Buccaneers no son un equipo ganador históricamente y pasaron de ser el ‘cheque al portador’ en la División Sur de la Conferencia Nacional a ganar el Super Bowl después de 18 años.

Tienen un total de 45 temporadas en la NFL y con su participación en los Playoffs de la temporada 2020 apenas significó su decimoprimera vez en postemporada.

Más allá de la escasez de participaciones en Playoffs, este equipo padeció muchos cambios desde su conquista en el Super Bowl XXXVII , pues en 10 de las últimas 17 temporadas se convirtieron en el equipo que ocupó la cuarta posición en la División Sur de la Conferencia Nacional.

Incluso, desde que ganaron el Super Bowl en el año 2003, solo habían avanzado a Playoffs dos veces y en ambas quedaron eliminados en la Ronda de Comodines. Es un gran contraste considerando que en esta campaña del 2020 ya ganaron tres partidos en el camino al juego grande.

Es de llamar la atención la cantidad de quarterbacks que han tenido en este periodo de 18 temporadas, pues desde Brad Johnson, ganador del Super Bowl en la campaña del 2002, este equipo ha tenido a 10 quarterbacks incluyendo a Tom Brady, uno de los más ganadores en la historia de la liga.

EL CARRUSEL DE QUARTERBACKS EN BUCS
- Brad Johnson (3): 2001, 2002 y 2003 *Ganador del Super Bowl XXXVII*
- Brian Griese (1): 2004
- Chris Simms (1): 2005
- Bruce Gradkowski (1): 2006
- Jeff García (2): 2007 y 2008
- Josh Freeman (4): 2009, 2010, 2011 y 2012
- Mike Glennon (1): 2013
- Josh McCown (1): 2014
- Jameis Winston (5): 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019
- Tom Brady (1): 2020 *Ganador del Super Bowl LV*

La inestabilidad en la posición de quarterback queda reflejado en que durante las últimas 19 temporadas, cinco jugadores en este puesto solo pasaron una campaña sin pena ni gloria y se fueron.

Independientemente de ganar o perder el Super Bowl LV, esta franquicia ya quedará en los libros de historia en la liga de futbol americano profesional de los Estados Unidos por convertirse en la primera en disputar un juego por el Vince Lombardi como anfitrión.