¿Atlanta logró meterse entre las mejores ofensivas de todos los tiempos?

Los Atlanta Falcons acaban de terminar una impresionante temporada ofensiva donde lideraron la liga en varios departamentos destacando el promedio de puntos por partido con 33.8.

Antes de dar vuelta a la página hacia la campaña 2017, vale la pena tomarse un momento para ver exactamente donde encajan los 2016 Falcons dentro de la jerarquía de las mejores ofensivas de todos los tiempos. ¿Acaso superaran a los imbatibles Patriots del 2007?

Antes de entrar a la lista de las mejores ofensivas de la NFL a continuación, me gustaría señalar algo interesante: Sólo dos de estos equipos terminaron ganando el Super Bowl.

En comparación, las cinco mejores defensas de todos los tiempos, que anunciamos el año pasado, todas lograron ganarlo todo. Creo que eso sugiere lo siguiente: si tienes una buena defensa, tendrás una mejor oportunidad de ser campeón – siendo justos – que si tienes un buen ataque. Ahora sí, vamos a conocer cuáles son las mejores ofensivas de todos los tiempos...

Promedio de puntos por partido: 31,3. Yardas aéreas por juego: 226,5. Yardas terrestres por juego: 154,3. Yardas por jugada: 5,85.

Este equipo de Denver anotó 501 puntos pese a que John Elway se perdió cuatro aperturas, en gran parte gracias al juego por carrera liderado por Terrell Davis.

Esta fue probablemente la mejor ofensiva que Mike Shanahan desarrolló desde que dirigió el ataque de los San Francisco 49ers en 1994 y ganó tres juegos de postemporada por dobles dígitos.

A Shanahan le gustaba correr, y lo demostró, con Denver logrando 525 jugadas terrestres contra 491 pases. Este fue un gran sistema para correr el balón, y ayudó a Davis producir una temporada de 2,000 yardas.

Sé que muchos clamarán por los 1998 Vikings para ser incluidos en esta lista, pero en mi opinión, los '98 Broncos eran una ofensiva más diversificada que Minnesota, quien lanzó bien pero no tenía nada que ver con el juego por tierra de Denver.

Promedio de puntos por partido: 26,8. Yardas aéreas por juego: 199,8 Yardas terrestres por juego: 130. Yardas por jugada: 5,67.

La ofensiva de ‘K-Gun’ (Jim Kelly) fue un ataque innovador, empujando a los Bills a 26.8 puntos por juego y 95 puntos en dos partidos de playoffs en ruta hacia el Super Bowl XXV. Y aunque el fútbol americano moderno aumentó en puntuación y ofensiva, lo que puede ser en parte, atribuido a un incremento de jugadas, creo que Buffalo tuvo éxito a pesar de correr sólo 931 jugadas ofensivas.

Además, a diferencia de los ataques más prolíficos de la actualidad, los Bills corrieron la bola (479 intentos) más de lo pasaron (425). Ayudó tener a Thurman Thomas, que lideró la NFL en yardas desde la línea de golpe (1829), portando la pelota. Thomas era uno de los cuatro miembros de Salón de la Fama producidos por este equipo, junto con Jim Kelly, James Lofton y Andre Reed.

Promedio de puntos por partido: 33,8. Yardas aéreas por juego: 295,3. Yardas terrestres por juego: 120,5. Yardas por jugada: 6,69.

Casi tenías que sacudir la cabeza y preguntarte cómo Atlanta podría ser mucho mejor en la ofensiva de lo que era en 2015. El equipo corrió 78 veces menos de jugadas y anotó 201 puntos más en el camino al Super Bowl LI.

Todo hizo clic para los Falcons esta temporada. Se podía ver desde el campo de entrenamiento, la forma en que fueron incorporando a los corredores en un juego completamente aéreo. Todo el mundo estaba en la misma página. Fue interesante y maravilloso de ver. Todo simplemente caminó de forma correcta para este equipo.

Matt Ryan parecía jugar con confianza renovada en 2016 después de bajar su nivel en 2015. Lo viste en el verano, la forma en que tomó el control en el campo. También creo ayudó que Devonta Freeman promedió casi una yarda completa más por acarreo de que lo hizo en 2015.

Además que la adición de un agente libre productivo como Mohamed Sanu significó que Ryan no tuviera que forzar al receptor estrella Julio Jones todo el tiempo.

Creo que a Ryan se le pidió demasiado por hacer muy pronto en el inicio de su carrera en la NFL, pero este año respondió a todos los cuestionamientos que podrían existir sobre su habilidad con su campaña espectacular en la que terminó como MVP de la liga.

Promedio de puntos por partido: 35,0. Yardas aéreas por juego: 307,8. Yardas terrestres por juego: 97,4. Yardas por jugada: 6,56.

Aaron Rodgers tuvo uno de esos años verdaderamente fuera de lo común que sabemos es capaz, mientras que Jordy Nelson estalló con su primera campaña de 1,000 yardas.

Nelson aportó una nueva dimensión al juego, pero la rueda que realmente prendió la máquina fue el ala cerrada Jermichael Finley, quien aseguró que esta ofensiva siempre se moviera al campo profundo.

Esta no fue una ofensiva de pases cortos, y Finley - un desajuste real contra la mayoría de los defensores, gracias a su tamaño y velocidad para la posición - fue una gran razón del por qué.

Con todos los componentes correctos en su lugar, Rodgers lanzó para 45 touchdowns y un rating de quarterback de 122.5, que se erige como el mejor índice de pasador en una temporada de todos los tiempos. Rodgers dominó con esas cifras camino a capturar de su primer MVP de la NFL, y los Packers estableciendo una marca para la franquicia de puntos anotados (560).

Promedio de puntos por partido: 37,9. Yardas aéreas por juego: 340,3. Yardas terrestres por juego: 117,1. Yardas por jugada: 6,33.

Este equipo tuvo a Peyton Manning en su apogeo y con sus poderes al máximo, capaz de ejecutar la jugada correcta en cada ocasión y conducir a sus receptores perfectamente para maximizar sus yardas después de la atrapada.

Con su capacidad mental más potente que nunca y su capacidad física aún siendo suficiente, Manning orquestaba todo, estableciendo el récord de puntuación de la NFL durante ese 2013 anotando 50 puntos tres veces.

Peyton también lanzó un récord sin precedentes de 55 pases de touchdown y 5,477 yardas por aire con un promedio de 8.3 yardas por intento y un índice de pasador de 115.1.

Cuatro jugadores terminaron el año con recepciones de touchdown de dos dígitos, mientras que Knowshon Moreno ayudó a mantener las defensas agotadas. La capacidad de utilizar al ala cerrada (Julius Thomas) y el juego terrestre inteligentemente realmente ayudó a brillar a esta unidad.

Promedio de puntos por partido: 36,8. Yardas aéreas por juego: 295,7. Yardas terrestres por juego: 115,6. Yardas por jugada: 6,22.

Los Patriots dieron seguimiento a lo que los Rams hicieron llevando el fútbol ofensivo al siguiente nivel.

Tom Brady estableció la que hasta ese momento fue una marca de la NFL con 50 pases de touchdown, mientras que Randy Moss atrapó el récord vigente de 23 recepciones de anotación y Wes Welker recibió 112 veces el ovoide.

Nueva Inglaterra abrió nuevos caminos en los totales de puntuación (589 puntos), tuvo el balón durante casi 33 minutos por partido y anotó menos de 24 puntos una sola vez en la temporada regular.

Cuando anotas 48 puntos o más como visitante tres veces, sabes que eres especial. Y, por supuesto, esos Pats acabaron con récord invicto de 16-0. Esto sólo te muestra lo que Brady puede hacer teniendo a un receptor como Moss, el mejor con el que Brady ha jugado hasta la fecha.

Promedio de puntos por partido: 32,9. Yardas aéreas por juego: 272,1. Yardas terrestres por juego: 128,7. Yardas por jugada: 6,45.

Fue muy emocionante ver a Kurt Warner - para todos los efectos, prácticamente un novato - y ese ataque apilado de los Rams casi duplicando su puntuación en relación a la temporada anterior (285 en 1998 a 526 en el '99).

Ellos simplemente te atacaban con pases largos todo el tiempo. Este fue realmente un equipo especial, y creo que Dick Vermeil, quien montó esa ofensiva en marcha, era realmente un entrenador de fútbol americano brillante.

En seguimiento a lo que la ofensiva de los Vikings del ’98 hizo, estos Rams - que operaron con un poco más instinto que Minnesota - realmente ayudaron a establecer el tono de las prolíficas ofensivas venideras. Sí, los Rams de 2000 y '01 superaron a este grupo, pero creo que su éxito se debió en gran medida al relevo que dejó esta tripulación.

‘The Greatest Show on Turf’, como era apodado el equipo, ha producido tres miembros de Salón de la Fama – Kurt Warner, Marshall Faulk y el tackle izquierdo Orlando Pace – con los receptores Isaac Bruce y Torry Holt con posibilidades de unírseles en Canton. Entre ellos también estaban, Ricky Proehl y Az-Zahir Hakim, esa ofensiva fue simplemente excepcional de ver.