Tras 53 años de albergar a los Golden State Warriors, Oracle Arena deja de ser su casa

Orale Arena ha sido la casa de los Golden State Warriors por más de cinco décadas y ha sido también un emblema de la ciudad de Oakland, que poco a poco se ha ido quedando sin equipos profesionales, aumando la mundanza de los Raiders y ahora con su equipo de la NBA.

Abierta al público en 1966 tuvo diversas modificaciones, adecuaciones y renovaciones para mantenerse como un recinto moderno o por lo menos apta para cumplir con los estándares de la NBA de hoy en día. Al lado está el Alameda County Coliseum, la casa de los Oakland Athletics.

Desde luego que mencionar Oracle Arena implica pensar en ser la casa de los Warriors, pero también sirvió de hogar a equipos de hockey sobre hielo como los California Seals de la WHL y los California Golden Seals en la NHL de 1967 a 1976. Y en varias ocasiones también fueron la casa de los California Golden Bears de la NCAA.

Pero el 27 de mayo de 2009 Oracle Arena vivió quizás su momento más duro, más solemne. cuatro oficiales de policía fueron baleados en el cumplimiento de su deber. Los ataúdes de Mark Dunakin, John Hege, Ervin Romans y Daniel Sakai, estaban en el estrado mientras se hacía un funeral masivo para honrar su vida y recordarlos. De esas veces que Oracle Arena fue más que un recinto deportivo.

Oracle Arena vivió su última jornada NBA y muchos aficionados, entendiendo que así sería, acudieron al llamado para despedir una casa que no volverá. Algunos dejaron sus firmas, sus recuerdos, su agradecimiento, y se llevan y atesoran los recuerdos para el resto de sus vidas por los éxitos y los buenos momentos que los Warriors les hicieron vivir ahí.

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Esta es una maqueta de lo que será la nueva casa de los Golden State Warriors, el Chase Center, que se ubicará en la vecina ciudad de San Francisco y que remplazará a Oracle Arena como la casa del equipo que ha dominado la liga en los años recientes.

Oracle Arena vivió su última jornada NBA y muchos aficionados, entendiendo que así sería, acudieron al llamado para despedir una casa que no volverá. Algunos dejaron sus firmas, sus recuerdos, su agradecimiento, y se llevan y atesoran los recuerdos para el resto de sus vidas por los éxitos y los buenos momentos que los Warriors les hicieron vivir ahí.

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