Historias de Mundiales: Sócrates como símbolo de un Brasil brillante pero sin títulos

El volante fue un virtuoso y estuvo en los equipos de 1982 y de 1986, en los que la 'verdeamarela' mostró talento pero quedó lejos de la gloria.

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Sócrates fue un volante virtuoso que fue el símbolo de un Brasil con las mismas cualidades que en 1982 y en 1986 pasó a la historia por su buen fútbol pero no por sus logros.

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Jugadores como Sócrates, Zico y Toninho Cerezo marcaron una época en la década de los 80.

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Brasil superó con facilidad su grupo contra Escocia, Unión Soviética y Nueva Zelanda con tres triunfos.

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Brasil derrotó en la segunda fase a Argentina con un 3-1 que lo ponía a soñar con las semifinales.

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Sin embargo, Italia los venció 3-2 y acabó con el sueño mundialista de 1982, dejando el brillo opaco al final.

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Brasil volvió igual de dominante en la fase de grupos en 1986 y fue líder en su grupo.

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Sócrates y sus compañeros dieron un golpe de autoridad al golear 4-0 a Polonia en octavos de final.

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La confianza y el buen fútbol de Brasil eran un sinónimo ligado al crack, que con su playera número '8' representaba un estilo elegante y simple.

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Sócrates, cuya imagen lo destacaba en el equipo, llegó así a cuartos de final contra el duro Francia.

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El encuentro entre Brasil y Francia quedó igualado 1-1 y eso obligó a los penaltis para definir.

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Aunque el propio Sócrates dio su aporte, Francia se impuso 4-3 contra Brasil en esa instancia y de nuevo acabó con el sueño.

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Tal fue el legado de Sócrates en el fútbol brasileño que a pesar de no ser campeón ni obtener títulos con la selección, a su muerte hubo marchas conmemorativas.

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La imagen de Sócrates lo dejó como símbolo de un Brasil lleno de talento y buen fútbol pero sin títulos, muestra de capacidad que quedará en la memoria de los hinchas en la historia de los mundiales.

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