Historias de Mundiales: la Naranja Mecánica, la brillante selección 'nacida para segundar'

Holanda fue un equipo revolucionario con el denominado 'Fútbol total', pero a pesar de ser referente se quedó a las puertas de la gloria dos veces.

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Holanda marcó historia con su 'Fútbol total' lo que le sirvió para ganar el apelativo de la 'Naranja Mecánica', pero a pesar de su legado perdió dos finales de Mundiales y la oportunidad de la gloria.

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Johan Cruyff fue el gran líder de esta 'Naranja Mecánica' que se ganó el respeto del mundo. El jugador, con su calidad y liderazgo, fue un referente que de a poco se ganó el apelativo de leyenda.

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El 'Fútbol Total' consistía en el movimiento de los jugadores en cancha por las diferentes posiciones sin que eso cambiara la estructura táctica, lo que hacía que fuera un equipo muy versátil.

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El técnico que ejecutó de forma más aplicada este estilo fue Rinus Michels durante la década de los 70, en especial en los Mundiales de Alemania 1974 y de Argentina 1978.

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Si bien el equipo variaba en sus defensas, volantes y delanteros según la necesidad de los partidos, el goleador Johnny Rep fue el artillero de este equipo con siete tantos en ambos mundiales.

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Holanda llegó a la final de 1974 contra el local Alemania como el preferido de muchos por su fútbol innovador y muy temprano se fue en ventaja en el marcador.

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Sin embargo, a pesar de la calidad de los holandeses, Alemania tenía como líder a Franz Beckenbauer y una generación con la convicción de los campeones.

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Fue así como Paul Breitner de penalti igualó el partido y luego Gerd Muller marcó el tanto de la remontada para el 2-1 del título alemán.

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Aunque fue Alemania la que se quedó con el título del Mundial de 1974, Holanda se llevó los aplausos del mundo del fútbol que agradeció la llegada de ese estilo transgresor en la historia.

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Para 1978, Holanda no contaría con su gran líder, Johan Cruyff. La ausencia del genio en Argentina fue una dura baja.

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A pesar de ello, el estilo de la 'Naranja Mecánica' se mantenía gracias al compromiso colectivo y la capacidad de equipo, una memoria que les daba una valiosa ventaja.

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La solidaridad y orden en la cancha hicieron que Holanda volviera a ser dominante en 1978, con lo que volvió a su segunda final en la historia.

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A diferencia de la final de 1974, Holanda tuvo que igualar a Argentina en 1978 y con el 1-1 forzó la definición en tiempo suplementario.

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Sin embargo, Argentina dio el gran golpe y se impuso 3-1 contra Holanda impulsado por su goleador Mario Alberto Kempes, 'El Matador'.

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Argentina se quedó con el título del Mundial de 1978, mientras que Holanda de nuevo quedaba resignada a ser un gran equipo que quedaba en la memoria colectiva sin la victoria.

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Es así como la Holanda de los Mundiales de 1974 y 1978, esa 'Naranja Mecánica' fue como Lisa Simpson, que a pesar de su gran talento tuvo a alguien mejor al frente y resultó 'nacida para segundar'.

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