Tensión en Seattle Mariners tras suspensión por dopaje a Robinson Canó en MLB

El segunda base estrella de los Seattle Mariners, Robinson Canó, dio positivo al consumo de una sustancia prohibida, la furosemida, y fue suspendido con 80 partidos.

La suspensión implica que no tendrá derecho a la mitad del sueldo de los 24 millones de dólares que debía recibir estar temporada por parte de los Marineros.

La comunicación dada a conocer por la oficina de las Grandes Ligas llega después que Canó fuera colocado en la lista de lesionados de 10 días por romperse un hueso en su mano derecha.

El manager Scott Servais sabe que su equipo pierde a un baluarte de la ofensiva de un equipo con ambiciones de clasificarse a la postemporada en la Liga Americana.

El manager general Jerry Dipoto fue uno de los que defendió a Canó, que antes aseguró que no sabía que estaba prohibida.

"Robinson aceptó el castigo y se ha disculpado con los fanáticos, la organización y sus compañeros. Apoyaremos a Robinson para superar esta desafío", manifestaron los Mariners en un comunicado.

Ahora su equipo tendrá que buscar alternativas para reemplazar al segunda base, aunque ya desde antes el manager había advertido que con contaría con Dee Gordon por ahora para ese puesto.

Dee Gordon, que ahora es jardinero central, fue ganador del Guante de Oro como segunda base en el pasado e incluso estuvo un All Star Game, pero ahora no ha practicado en ese lugar.

Aún así es probable que Gordon empiece a practicar en ese lugar para más adelante, pues si los Mariners pasan a playoffs no podrán contar con Canó por su sanción de dopaje.

Canó sufre la fractura de un hueso en la mano derecha al ser impactado por un bolazo en un juego en Detroit, el pasado domingo. Tenía una cita el martes con un especialista de manos en Filadelfia.

Acumula números brillantes en 14 temporadas, en la que batea para un promedio de .304, con 2.417 imparables, 522 dobles, 33 triples y 305 cuadrangulares, 1.206 impulsadas y 1.168 anotadas, además de dos Guantes de Oro.

Esta temporada, Canó bateaba para .287 con cuatro jonrones y 23 impulsadas en 39 juegos. Lució mucho más sano y ágil que en temporadas previas.

Uno de los segunda base más naturales que hayan pasado por el béisbol y que aún tiene posibilidades de alcanzar los 3.000 imparables cargará de ahora en adelante con ese estigma del dopaje.