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    Muere leyenda del béisbol cubano Conrado Marrero, dos días antes de cumplir 103 años

    El exbeisbolista cubano Conrado Marrero, que jugó en la década de 1950 en las Grandes Ligas en Estados Unidos.

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    Por:
    TUDN

    Conrado Marrero cuando celebró los 100 años.

    Imagen Getty Images
    Conrado Marrero cuando celebró los 100 años.

    Se fue El Guajiro Laberinto

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    El exbeisbolista cubano Conrado Marrero, que jugó en la década de 1950 en las Grandes Ligas en Estados Unidos y era su jugador más longevo, falleció este miércoles en La Habana dos días antes de cumplir 103 años, informó un medio local.

    "En las primeras horas de esta tarde falleció Conrado Marrero Ramos, uno de los mejores pitchers que haya dado la pelota nacional", dijo el portal de noticias Cubadebate, sin precisar las causas de su muerte.

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    Conocido como 'El Premier' o el 'Guajiro de Laberinto', por el nombre de la finca donde nació en la provincia central de Villa Clara el 25 de abril de 1911, Marrero jugó para el desaparecido equipo de los Senadores de Washington de 1950 a 1954, luego de jugar en clubes de la isla.

    Reacciones e historias de Marrero

    A medida en que sus compatriotas conocían de su deceso comenzaron a expresar su pesar por la pérdida.

    "Todo el mundo, creo que todos los seguidores del béisbol deben de conocer la trayectoria de Marrero desde que inició aquí en Cuba hasta que jugó en Grandes Ligas", dijo a la AP, Wilfredo Rodríguez, un aficionado de 47 años tras enterarse de la noticia. "Es una sensible pérdida...no es solamente cubano, es un ícono del béisbol mundial".

    Marrero medía 1,66 metros (5 ,5 pies) y no tenía demasiada fuerza en el brazo. Sin embargo, lo compensaba con un amplio repertorio de bolas rompientes, de nudillo y cambios de velocidad. Tenía una curiosa forma de tomar impulso para lanzar, que Felipe Alou describió alguna vez como "una mezcla de molino enloquecido y pato salvaje que trata de volar hacia atrás".

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    A pesar de su físico pequeño, tenía "una magnífica curva, buen control y un gran temperamento y, lo más importante, podía realmente protegerse a sí mismo", expresó el mánager de los Senadores de los años 50 Buck Harris.

    En entrevistas con la AP en años recientes, Marrero recordó momentos especiales de su carrera, como las veces que enfrentó a futuros habitantes del Salón de la Fama, incluidos Mickey Mantle y Larry Doby. Ganarle a los Yanquis de Nueva York fue particularmente gratificante, señaló. También comentó lo que le costaba batearle a los zurdos, sobre todo a Ted Williams.

    "Un día Williams me bateó dos jonrones y después vino y me dijo, 'lo siento, hoy era mi día''', relató en el 2012. "Le respondí, 'Ted, todos los días son tu día'''.

    Nació el 25 de abril de 1911 y comenzó su carrera jugando como tercera base. Debutó en el montículo por accidente en 1935, cuando su equipo de Sagua no tenía ningún pitcher disponible. Ganó el juego y de ahí en adelante el equipo le pidió que siguiese lanzando.

    Más adelante jugó con Cienfuegos, Almendares, Marianao y La Habana, y brevemente en la liga mexicana, con los Indios de Juárez, en 1945. También integró la selección cubana y fue el ganador de la final de la primera Serie Mundial en que participó Cuba ante Estados Unidos.

    Con la novena de la isla, repitió la victoria a la Serie Mundial en 1940 y 1942, en tanto se colgó la plata en 1941 y el bronce en 1944. En ese certamen su récord fue 10-4 con una efectividad de 1.71.

    Lanzó además cuatro juegos sin hit ni carrera. Sus víctimas fueron Vedado Club (1942), Universidad de La Habana (1942), Miramar Yacht Club (1945) y Tampa (1947).

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    "No hay nada capaz de sacarme de quicio, ni de alterarme", aseguraba Marrero, para quien "lo principal en el lanzador es pensar".

    Ya se acercaba el fin de su carrera cuando debutó en Estados Unidos, en 1950.

    Los Senadores lo dieron de baja en 1955 y regresó su isla natal, para jugar con los Sugar Kings y se retiró al final de la temporada de 1957. Siguió trabajando como coach e instructor hasta octogenario y el gobierno cubano lo reconoció como un Héroe de la República de Cuba en 1999.

    Llegó a los 100 años ciego, con problemas auditivos y en silla de ruedas. Se entretenía escuchando transmisiones de partidos de béisbol por radio, a menudo con un puro en la boca que masticaba. Le costaba hablar, pero se alegraba cuando hablaba de sus años en las mayores.

    "Cuando me ponía ese uniforme me sentía más grande, más fuerte", dijo Marrero en el 2013, al cumplir 102 años.

    El cubano pasó a ser el expelotero de grandes ligas de mayor edad vivo en febrero del 2011, tras la muerte del ex infielder de los Dodgers de Brooklyn Tony Malinosky.

    El bibliotecario del Salón de la Fama Jim Gates dice que, tras el deceso de Marrero, el exgrandes ligas de mayor edad vivo es Mike Sandlock, de 98 años y quien jugó con los Bravos, los Dodgers y los Piratas.

    En años recientes Marrero recibió 30.000 dólares de las Grandes Ligas como parte de un programa a beneficio de peloteros que estuvieron activos entre 1947 y 1979.

    El nieto Rogelio Marrero dijo que los restos de su abuelo serán cremados y que su familia espera que sus cenizas permanezcan en un panteón para beisbolistas cubanos en el Cementerio Colón de esta capital.

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