Llegaron a su final los encierros de San Fermín del 2017, y para ponerle broche de oro saltaron a las calles de Pamplona los míticos toros de la ganadería de Miura, encierro que es el que causa más expectación.Miura es la ganadería que más ha participado en los San Fermínes. En 1977 llenaron de tragedia las calles, ya que en sus pitones quedó la vida de un corredor.En punto de las ocho de la mañana se escuchó el ultimo cohetón y se abrieron las puertas de los corrales para dar paso a los Miura y los cabestros. Los toros salieron a toda velocidad y se adueñaron de la calle, quitándose a todo lo que tenían frente a ellos.Los Miura fueron nobles, ya que no tiraron una sola cornada; los lesionados que hubo fue por contusiones. Al principio de Estafeta hubo un atropellado, así como en Telefónica, donde un corredor que iba a buen ritmo se encontró con otro que iba más lento, lo que provocó que el toro lo alcanzara, le puso la pala del cuerno a la altura del cuello y terminó por tirarlo de forma violenta; fue notoria la fractura en subrazo izquierdo.Al tomar la curva para entrar al callejón se vivió el momento más violento. Los toros se fueron sobre el vallado, donde encontraron a un grupo de jóvenes aglomerados, los astados limpiaron la zona sin tirar una sola cornada - a pesar de que tuvieron la oportunidad - y el grupo de mozos fue severamente golpeado, salvándose milagrosamente de una herida por asta.Al final, los Miura hicieron el encierro más rápido de este año, al parar el cronómetro en dos minutos y diez segundos.El balance de heridos fue de trece lesionados, todos ellos por diversas contusiones y ninguno por asta de toro.Así concluyeron los encierros de San Fermín del 2017, que al final tuvo un balance de seis cornados y un sinnúmero de contusionados.