Símbolo de dedicación y éxito: Caterine Ibargüen, la colombiana que conquistó el atletismo mundial

Caterine Ibargüen nació en 1984 un municipio olvidado del país cafetero y azotado por la violencia: Apartadó, en Antioquia.

Siendo muy niña comenzó a intersarse por el deporte, en especial por el voleibol hasta que la acercaron al atletismo con el salto alto en el que ganó una medalla de plata en el Campeonato Mundial Juvenil de Atletismo, así como oro en el Campeonato Sudamericano Junior de Atletismo y oro en los Juegos Bolivarianos del 2001.

Sin embargo, con el paso de los entrenamientos comenzó a apuntarle al Salto Triple, en el que se dio a conocer al mundo en los últimos años.

En una modalidad dominada por europeas, africanas y cubanas, la antioqueña se hizo un camino de oro que comenzó con un bronce en el Campeonato Sudamericano Junior de Atletismo del 2001.

Aunque siempre estuvo peleando el podio en las justas regionales (Sudamericanos, Centroamericanos, Bolivarianos), solo hasta los Juegos Panamericanos del 2011 se colgó su primer oro en esta disciplina.

Fue allí cuando la mejor versión de Caterine se dio a conocer. En Los Juegos Olímpicos de Londres 2012 fue medalla de plata.

Y su racha la complementó con cinco medallas de oro consecutivas: Mundial de Atletismo 2013, Centroamericanos 2014, Panamericanos 2015, Mundial 2015 y Olímpicos de Rio 2016, su mayor conquista, sin duda.

A esas preseas del circuito olímpico también ha que sumarle los triunfos en la Liga Diamante de la IAAF la cual ha conseguido en seis oportunidades, siendo la mejor de la década en su deporte.

Pero no solo se trata de su incuestionable éxito en las pistas, sino de su carisma y don de gentes que la han convertido no solo en un ejemplo deportivo sino en un ícono de la 'colombianidad' ante el mundo

Con 34 años, Ibargüen sigue enfocada en mantenerse en la élite por algunos años más con los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ¡Grande, colombiana!