Después de varias semanas, meses incluso, quizás desde Monza en Italia, aquel chico risueño y alegre que conquistó a la Fórmula Uno con un tetra campeonato en Red Bull poco a poco olvidó su inspirador ánimo.Está a punto de perder el Campeonato de Pilotos, pero Sebastian Vettel volvió a sonreír y lo hizo después de conquistar la pole position para el Gran Premio de México 2017. Sí, aquel "niño maravilla" apareció de nuevo por fin. Será la quincuagésima pole del piloto alemán de Ferrari en el "gran circo".“Realmente no sé qué decir, estoy muy feliz, me da mucho gusto que se haya conseguido de esta forma. Tratamos de sacar lo mejor posible en la sesión y creo que lo conseguimos, estoy muy satisfecho”.Vettel alabó la labor de la escudería italiana y recordó que incluso a él le costó trabajo adaptarse a la pista del Autódromo Hermanos Rodríguez en las prácticas.“Es el resultado de un gran esfuerzo. La pole premia a lo que se trabajó, en especial aquí que la altitud tiene un efecto diferente, además de las condiciones de la pista que estuvo muy resbalosa el fin de semana, incluso a mí me costó un derrape. Y no hay más: tratar de ser más rápido que cualquier otro”.El piloto alemán reconoció que Ferrari estaba "a ciegas" hasta cierto punto después de las pruebas en la Magdalena Mixhuca; si bien sabía que estaría cerca de los Red Bull o los Mercedes, no imaginaba que los superaría.“Sabía que después del trabajo en las prácticas, íbamos a estar cerca de los punteros, pero no sabía cuánto”.Vettel necesita un milagro para continuar con vida en sus aspiraciones de arrebatarle a Hamilton el Mundial de pilotos de la F1; al menos este sábado, dio el primer paso para lograrlo.