Para ti, querido Uriel, con cariño y admiración, descansa en paz
Para ti, querido Uriel:
Enterarnos de tu partida nos llena de tristeza y de dolor. Desde el primer momento fuiste una persona sumamente alegre y sencilla, trabajadora, humilde y con ganas de aportar tu granito de arena. Eras un buen hijo, fuiste un gran esposo y un mejor padre.
Te dabas a respetar y a querer por todo aquel que compartía un momento de su día contigo. Nos hiciste ver que se puede aprender de nuevas metas y disfrutarlas.
Más sobre Más Deportes
Fuiste fan de la lucha libre, la cual adorabas; te vimos emocionarte y defender con todo tu corazón al beisbol. Hoy tus Medias Rojas y tus Diablos Rojos del México tendrán a un hincha más desde el cielo. Y cómo olvidar el amor que le profesabas a tu Máquina Celeste del Cruz Azul.
Este equipo te va a extrañar. No va a ser jamás el mismo. Por lo mismo, buscaremos honrarte con lo más importante: el recuerdo que nos dejas como ser humano, tu legado como persona y como amigo, y la pasión con la que te movías cada día.
Dejas una hermosa familia que, estamos seguros, siempre estarán muy orgullosos de lo que fuiste y del amor y cariño que dejaste entre las personas que te rodearon.
Descansa en paz, querido Uriel.
