Lupita González, la guerrera del atletismo mexicano

Los reflectores están, como en Río 2016, sobre la valiente Lupita González tras conseguir la plata en los 20km de marcha durante el Mundial de Atletismo que se disputa en Londres.

Casi un año después de su mayor gesta, la plata olímpica en la caminata de 20kms, la mexicana vuelve a tocar la gloria.

Su historia ha estado marcada por la superación constante, ya que los problemas de salud le han jugado malas pasadas.

Aunque ha triunfado en el atletismo, González comenzó su actividad deportiva como boxeadora llegando a disputar el Guante de Oro en el peso paja.

Aquella plata de Río 2016 fue el primer gran sorbo de gloria para Lupita, quien se sobreponía a un desvanecimiento sufrido en los Juegos Panamericanos, donde fue oro.

El paso al atletismo, desde el boxeo, se dio por una lesión de rodilla.

Su recuperación la desarrolló bajo los métodos de la marcha y ahí se enganchó con este deporte, que le traería sus mejores momentos como deportista.

Pues bien, este domingo la historia volvió a sonreirle a la enorme Lupita González.

Siempre en el grupo principal, la mexicana por momentos lo lideró por encima de las favoritas Lyu y Yang.

El esfuerzo era evidente, pero la calma tenía que prevalecer para no sufrir los golpes de la deshidratación como le sucedió en Toronto.

Al final, la china Yang le ganó el pulso y se quedó con el oro, pero la plata mundial también es un gran premio para Lupita.

La caminata me eligió a mí. Yo lo que quería era ser boxeadora, pero me dejaron fuera de la final del torneo 'Guantes de oro' porque no daba el peso: manifestaba González tras los Olímpicos de Río.

Antes de cruzar la meta, las lágrimas por el esfuerzo y la felicidad ya se dejaban ver en su rostro. Todo sufrido, siempre, porque sabe mejor.

Tercera plata para Lupita González en competiciones de gran alcance: Río 2016, Roma 2015 (Mundial) y Londres 2017 (Mundial). Es una plata agriducle: aseguró la marchista al finalizar la prueba.

Sin duda, una inspiración para todo el pueblo mexicano. Rendirse nunca es una opción, hay que luchar siempre por los sueños.