Deportes

    La historia del balón que sobrevivió la tragedia del Challenger y por fin viajó al espacio

    Salió intacto de la explosión del transbordador espacial y luego de 31 años completó su misión.

    whatsappLogoOutline
    facebookLogoOutline
    twitterLogoOutline
    envelopeOutline

    Por:
    Omar Carrillo.

    El balón de fútbol en la Estación Espacial Internacional.

    Imagen Twitter - @astro_kimbrough
    El balón de fútbol en la Estación Espacial Internacional.

    @OmarCarrilloHH

    Publicidad

    La historia bien podría ser un cliché hollywodense. Un día escogen al protagonista para una misión, pero no cualquier misión sino una espacial.

    Pero la tragedia le alcanza mientras la intenta cumplir y no la completa, aunque sale ileso de la misma.

    Luego regresa a su lugar de origen para 31 años más tarde volver a ser escogido y por fin completarla. Bien podría ser un cliché, si no se tratara de un balón de fútbol.

    Ellison Onizuka recibió el esférico firmado y donado por los chicos, y chicas del equipo de fútbol del Clear Lake High School de Houston del que su hija Janelle era parte.

    Iba a bordo del Challenger cuando éste explotó 73 segundos después de haber despegado el 28 de enero de 1986.

    No hubo sobrevivientes. Onizuka falleció junto con el resto de la tripulación: Dick Scobee, Michael Smith, Ron McNair, Judy Resnik, Gregory Jarvis y Christa McAuliffe.

    Pero entre las cosas recuperadas en el mar -después de la tragedia- estaba el balón y estaba intacto.

    Eventualmente lo regresaron a la escuela de la que salió y estuvo ahí en exhibición a lo largo de más de tres décadas.


    Video A esta reportera le hicieron el peinado ‘pelotazo a la cabeza’ en plena transmisión
    La muchacha daba su informe desde el campo de juego mientras a su espalda calentaba el Tottenham. De repente le cayó un balonazo que le sacudió algo más que la cabeza. Aquí el golpe y su reacción.
    youtubeLogoOutline
    0:19 mins

    Era todo lo que se sabía de él hasta que Shane Kimbrough envió por Twitter un mensaje el pasado 3 de febrero en el que se leía: “Este balón estaba en Challenger aquel fatídico día”.

    Iba acompañado de una foto del desgastado esférico de gajos negros y blancos flotando en la Estación Espacial Internacional.

    Kimbrough es el comandante de la expedición 50 de la ISS. Su hijo estudia en la misma escuela en la que alguna vez estuvo la hija de Onizuka y también gusta de los deportes.

    Publicidad

    Karen Engle es la actual directora del Clear Lake High School y no hace mucho que se enteró de la historia. Y cuando Kimbrough se ofreció llevar un recuerdo a la estación en nombre de la escuela, el candidato surgió naturalmente.

    “El balón de fútbol de muchas maneras ha continuado la misión que mi padre emprendió hace tantos años”, escribió en una carta Janelle Onizuka-Gillian hija del astronauta Ellison y dada a conocer por la escuela recientemente.

    “Ha continuado el viaje y explorado el espacio, inspirando a tantos a través de su historia”, completó.

    Una historia que parece un cliché, aunque con un simbolismo - de alguna manera- de perseverancia pasiva. Sobre todo porque al final de todo regresará a casa. A la escuela que lo vio partir, dos veces, rumbo al espacio.

    Relacionados:
    En alianza con
    civicScienceLogo
    US