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    Capítulo 1: Veracruz 2014, la medalla de oro en corrupción para Javier Duarte y México

    Los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe forman parte de las extensas lagunas financieras de la gestión de Javier Duarte en Veracruz

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    TUDN

    Javier Duarte y Enrique Peña Nieto, en el abanderamiento de la delegación mexicana que participó en Veracruz 2014.

    Imagen Mexsport
    Javier Duarte y Enrique Peña Nieto, en el abanderamiento de la delegación mexicana que participó en Veracruz 2014.

    Por Ricardo Otero | @otero_rj|Por Ricardo Otero | @otero_rj

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    "Boletos agotados". El 15 de noviembre de 2014 era una misión casi imposible encontrar entradas para los eventos deportivos del primer día de competencias de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz.

    La escena, sin embargo, era absolutamente contradictoria con las imágenes en televisión, donde se veían tribunas a medio ocupar -o menos- en la arena de básquetbol, la piscina de natación o la sede de la gimnasia, por mencionar algunos. De acuerdo con una investigación de la revista Proceso, 16 mil de los 26 mil lugares disponibles para la ceremonia de inauguración del 14 de noviembre en el Estadio Luis "Pirata" de la Fuente fueron repartidos entre los trabajadores del estado, con descuento a su nómina.

    Aunque hubo lleno en la apertura de los Juegos, la mayoría de los boletos para competencias no fueron usados.

    El 6 de agosto previo, exactamente a 100 días del inicio de los Juegos, se anunció la cancelación del proyecto de la Villa de Atletas, pese a que 700 viviendas ya estaban concluidas, para alojar a los participantes en hoteles de la sede y subsedes. La propuesta del entonces gobernador Javier Duarte, según versiones oficiales, reactivaría la economía local, aunque en la realidad, no se tenía la solvencia suficiente para su equipamiento. Tradicionalmente estos complejos, después de las justas deportivas, se venden a particulares como departamentos. De una posible inversión, quedó todo en un gasto a costa del erario.

    La taekwondoín Ollin Medina, campeona mundial en la modalidad de formas y originaria de Veracruz, me comentaba en aquellos días que el ambiente parecía más el de una Olimpiada Nacional que el de un evento internacional. Esto debido a que precisamente en esos eventos de detección de talentos infantiles y juveniles, que están por desaparecer por los recortes presupuestales del gobierno mexicano al deporte, se caracterizaban por usar hoteles como alojamiento de los participantes.

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    La vida transcurría en los municipios de Veracruz y Boca del Río como cualquier otro día, como si el evento no existiera. Había poca afectación de tránsito vehicular. Si acaso por pendones en la calle y los hoteles sede se sabía del evento. En el mayor de ellos, a unos pasos del World Trade Center de Boca del Río, podía verse a Paola Longoria y seleccionados de taekwondo saliendo hacia el centro comercial adjunto. Eso sí, era imposible acceder sin la acreditación pertiente al lobby.

    No hubo "fair play" con la asignación de hoteles. Era algo inevitable. Días antes de la inauguración surgió una versión de que Venezuela regresaría a su país disgustados por el que se les asignó, muy diferente al cinco estrellas que tenía la delegación mexicana. El rumor se desmintió por su comité olímpico junto al de los anfitriones, pero bastaba pasar enfrente de algunas de estas sedes para darse cuenta que algunos países eran "menos iguales" que otros.

    El gobierno de Veracruz anunció que se destinaron 10.5 millones de dólares (unos 142 millones 800 mil pesos al tipo de cambio durante los Juegos) en 90 hoteles.

    En pláticas informales con habitantes de la ciudad, en diferentes momentos, escuché varias veces la misma pregunta: “¿dónde quedó el dinero?”. Había dudas y molestia sobre el destino de los recursos para el evento, especialmente por la cancelación de la villa de atletas.

    Esos fueron los Juegos Centroamericanos y del Caribe en el Veracruz de Javier Duarte.

    Veracruz 2014 costó 265 millones de dólares. El 63 por ciento, según declaró Duarte un par de días después de la clausura, se destinaron a infraestructura y el resto al desarrollo de las competencias. Son los segundos Juegos Centroamericanos y del Caribe más caros de la historia, sólo detrás de Mayagüez 2010, para los que se erogaron 392 millones.

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    Para Barranquilla 2018 se espera no superar los 100 millones.

    Las molestias no eran infundadas. Dos años después, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) exigió la devolución al gobierno de Veracruz de aproximadamente mil 200 millones de pesos (uno 65 millones de dólares al tipo de cambio actual y unos 88 millones al 14 de noviembre de 2014) que erogó al gobierno del estado de Veracruz para la organización de los Juegos en cinco fideicomisos firmados entre 2012 y 2014, ya que no rindió cuentas de los fondos. Para entonces, en diciembre de 2016, Duarte ya era prófugo de la justicia.

    Los mil 200 millones de pesos que exigió Conade a Veracruz equivalen a más de la mitad del presupuesto de este año del ministerio del deporte de México, que es de 2 mil 109 millones de pesos, es decir, unos 114 millones de dólares al tipo de cambio actual. Menos de la mitad del costo de los JCC de 2014.

    Apenas el 29 de marzo pasado fue detenido Mauricio Martín Audirac, ex secretario de finanzas de Veracruz y tesorero de los JCC. Fue el primer funcionario en admitir la bancarrota del estado, y sólo como anécdota, al momento de su captura, portaba un reloj Cartier, zapatos y pantalón Louis Vuitton y un cinturón Yves Saint Laurent.

    La 'Olimpiada Nacional' de 31 países inició con una sonora rechifla a Duarte (sí, pese a que la mayoría de los boletos se repartieron entre trabajadores del estado) y al secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, quien asistió en representación del presidente Enrique Peña Nieto. Sin embargo, el 30 de noviembre, Hector Cardona, presidente de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (ODECABE) declaró que Veracruz organizó "los mejores juegos de la ODECABE".

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    Pero apenas tres meses después de esa declaratoria, ODECABE denunció que la organización le debía 600 mil dólares que se debieron cubrir desde antes de que terminaran los Juegos, los cuales finalmente fueron pagados dos días después, el 11 de marzo de 2015, ante la amenaza de un castigo al país.

    Medio año después de Veracruz 2014 las quejas por adeudos se seguían acumulando, las sedes ya lucían estragos por la falta de mantenimiento y se debía hasta el pebetero y las 250 antorchas ocupadas para el relevo del Fuego Centroamericano. Empresas hoteleras, de transporte, alimentación y aseguradoras, entre otros rubros, le incumplieron a trabajadores debido a que no recibían los pagos prometidos.

    México ha organizado una edición de Juegos Olímpicos, tres de Juegos Panamericanos y cuatro de Juegos Centroamericanos, por mencionar sólo los eventos multidisciplinarios internacionales. Todos con sus problemáticas particulares, pero sólo Veracruz 2014 puede "presumir" de un gobernante detenido.

    Continúa con el Capítulo 2: Los Tiburones Rojos, el regalo ilegal de Javier Duarte a Fidel Kuri

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