El amaño de partidos en el futbol español sigue siendo destapado y en esta ocasión las pruebas con las que cuenta la policía han permitido llegar a la conclusión de que el partido entre Valladolid y Valencia, que decidió el último puesto a la Champions League en España durante la fecha final de La Liga, estuvo arreglado.Apenas hace una semana empezó la cacería de implicados en el amaño de partidos de la primera, segunda y tercera división española, para que este lunes el periódico El Mundo revelara que la transcripción de las intervenciones telefónicas señala a siete jugadores comprados para dar la victoria a los naranjeros. Conoce la actualidad del futbol internacional"Mira, hermano, que gana primera y segunda parte el Valencia, ¿vale?... Había siete jugadores comprados, nada más", fueron las palabras de Carlos Aranda, uno de los principales implicados en la conocida como operación Oikos, que llevaron a concluir al juez a cargo que "el resultado pactado fue la victoria del Valencia CF en la primera parte y la victoria final del mismo equipo, pronóstico éste que efectivamente se cumplió con la ayuda de jugadores del Valladolid".La investigación también reveló que, si bien Aranda y Raúl Bravo fueron los principales autores y beneficiados del amaño, al haber apostado a favor del Valencia y duplicado su inversión, el entonces capitán pucelano, Borja Fernández, consiguió una ganancia de al menos 50 mil euros por coordinar el arreglo del encuentro.Razón por la que el juez a cargo del caso consideró que es el tercer gran responsable al tener una "posición privilegiada para proponer e influir sobre todos o algunos jugadores".