El primer tiempo no decepcionó y tuvo dos estilos históricos contrapuestos que buscaban anular al rival. Gales replegado y pelotazo largo, como mandan los ancestros del futbol británico, mientras Petkovic mandó a un Suiza abierto, con dos carrileros veloces y atacantes dinámicos.
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La primera del partido fue para Kieffer Moore, el goleador de Cardiff City, que con un cabezazo colocado hizo que Sommer volara para desviar a una mano el esférico. Suiza respondió a balón parado y con un ramte de taconcito casi anota, pero el arquero aguantó perfecto.
Los equipos salieron más ofensivos en la segunda mitad, pero Suiza se alzó con el dominio de acciones con un Breel Emobolo que comandó todo en absoluto y a pesar de dos fallas tuvo un tiro de esquina en el que ganó de cabeza al defensa galés y marcó el primer tanto.
De inmediato Gales configuró su sistema para generar un partido más posicional y ahí fue donde Bale brilló con trazos de lado a lado que proyectaban a los laterales. Fungió de media punta, extremo y hasta delantero.
Fue entonces cuando Joe Morell tuvo libre el espacio, observó a Kieffer Moore y le puso un bombón en el área para que el goleador rematara maravilloso de cabeza y empatara el juego. Suiza intentó ganar, le anularon un gol, pero el duelo acabó empatado.
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