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    Los ‘New Rich’ de Europa empiezan decepcionando en la Champions League

    Tato PSG como Manchester City, dos de los más poderosos económicamente de Europa, iniciaron la Champions con una derrota. ¿Otro fracaso en puerta?

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    Por:
    TUDN

    Nueva temporada en Champions League, primera decepción del Paris Saint-Germain y el Manchester City.

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    El dinero te acerca a la felicidad, pero no siempre te la termina de comprar. Y si no, pregúntenle a los ‘New Rich’ de Europa. Al menos en esta nueva edición de Champions League, ni el PSG ni el Manchester City pudieron arrancar ganando.

    Y es que han sido años de decepción tras decepción. Sí, de dominio en casa, pero de frustración en la Champions League, el torneo que da prestigio en el continente.

    Al PSG le sobran los millones, pero le falta la actitud. Ni Mbappé, Cavani o Neymar terminan por convencer a los críticos y logran darle esa credencial de favorito a un equipo incoloro e insaboro. El Liverpool, un equipo caracterizado por tener mucho corazón, acabó abriendo la puerta a las primeras dudas de la temporada.

    Más grave aún lo del Manchester City. A Josep Guardiola, a priori el mejor técnico del mundo, se le empieza a terminar el crédito. Si las alabanzas se las ganó con el Barcelona, con el Bayern München y con el cuadro ‘citizen’ se empieza a enturbiar un tanto su credibilidad.

    A un equipo al que le han inyectado millones temporada tras temporada, le hace falta consagrarse en Europa. ‘Pep’ está probablemente en su última prueba con el club inglés, harto de dominar la Premier y de fracasar en la Champions League.

    La gran campanada de la jornada la ha dado el Olympique de Lyon de Francia que llegó con gran personalidad a derrotar 2-1 en Etihad Stadium al Manchester City, una proeza de los galos.
    El Olympique de Lyon salió desde el minuto uno a morder, a ejercer presión desde la salida del Manchester City, dejando claro que no venían de turistas. Aquí Memphis Depay con el esférico.
    El jugador más talentoso del Lyon Nabil Fekir recibiendo una falta para tratar de apaciguarlo porque sabían de su calidad y su talento con la pelota.
    Raheem Sterling tratando de causar estragos, como suele hacerlo, por las bandas, con sus centros rasos y llenos de veneno, pero Marecelo (izq) no le permitía demasiadas libertades.
    Pero a los 26 minutos, en una jugada donde el Lyon recupera el balón en mediocampo y tras desborde y centro de Fekir, Maxwel Cornet cruzó a Ederson para el 1-0 de los visitantes.
    La jugada fue extrarodinariamente tejida por el equipo que dirige Bruno Genesio, con la participación de sus astros para darle una cubetada de agua helada a la afición del City.
    De un rostro relajado a uno de zozobra le cambió la cara a Josep Guardiola, en las gradas purgando una sanción que le impuso la UEFA desde la pasada edición de la Champions League.
    El gol, desde luego, además de no estar presupuestado, cayó muy mal en los jugadores del Manchester City, desencajados.
    Fabian Delph del City pasando apuros en la zaga con los peligrosos ataques del Olympique Lyonnais. De hecho en el primer gol el balón llega a Cornet porque no lo puede cortar.
    Ilkay Gundogan buscando abonar para la causa de los Citizens en la recuperación de la pelota pero el equipo francés estaba inspirado y mordiendo cada segmento del campo.
    Y por si un gol no bastara, a los 43 minutos Nabil Fekir se apuntó un golazo con un tiro desde afuera del área que batió a Ederson y enmudeció al Etihad Stadium. Ganaba 2-0 el Lyon.
    El Olympique de Lyon estaba plantándole cara a la nómina más costosa de todo el mundo, una proeza digna de celebrarse.
    Si el primer gol le había causado indigestión a Guardiola, quizás el segundo ya fueron agruras. No lo podía creer el técnico español.
    Y por supuesto dejó en estado de shock a los jugadores del City la segunda anotación. El público negaba con la cabeza, se estaba gestando una mayúscula sorpresa.
    Para la segunda mitad estaba pintado el juego, el OL saldría a jugar al contragolpe, aquí Fekir tejiendo un ataque por esta vía.
    A los 60 minutos Moussa Dembele puso un balón fantástico para Memphis Depay quien quedó mano a mano con Ederson, pero su tiro, para culminar el contraataque, se estrelló en el palo. Cerca el 3-0.
    El veterano delantero español David Silva, con su liderazgo, trató de echarse el equipo al hombro para intentar el regreso de los Citizens en esta noche de apremio para los suyos.
    Siete minutos después del fallo de Depay en el mano a mano en contragolpe, el City anotó el 2-1 con Bernardo Silva, en jugada tejida con Leroy Sané, quien entró de cambio a darle chispa al City.
    Se empezaba a respirar un aire de no solo empate sino de remontada, dado el poderío y los recursos del Manchester City.
    En los minutos finales los ingleses buscaron empatar a toda costa, estaban completamente volcados al frente. Aquí Sergio Agüero falló una clara ante la salida del portero Anthony Lopes, figurón.
    Al final, el tiempo, las ideas y el fútbol se le acabaron al Manchester City que pese a tener la nómina más cara del mundo, queda demostrado que no todo se puede comprar con dinero.
    Mientras tanto, con este resultado, el Olympique de Lyon se coloca como líder transitorio del Grupo F con la proza que acaban de conseguir en suelo inglés y en este recinto.

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    Imagen Getty Images
    La gran campanada de la jornada la ha dado el Olympique de Lyon de Francia que llegó con gran personalidad a derrotar 2-1 en Etihad Stadium al Manchester City, una proeza de los galos.

    Este día fue el Olympique de Lyon, un club venido a menos desde el auge del PSG, quien le venció en su debut en Champions. No solo disparó la sorpresa de la jornada por la victoria, sino que la agrandó por haber vencido al City en el mismísimo Etihad Stadium.

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    Este es el inicio de la Champions. Tanto PSG como Manchester City arrancan dejando dudas donde deben ser infinitamente superiores. Para su fortuna, quedan cinco fechas más para enmendar el camino. Al final, estos clubes deben aparecer en las fases decisivas… pero es ahí donde se han cansado de fallar.


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