El Real Madrid afea de nuevo a la Vecchia Signora en la Champions

"Noventa minuti en el Bernabéu son molto longos", decía Juanito a los jugadores del Inter de Milán tras la derrota de su equipo por 2 a 0 en la década de los 80. Una semana después el Real Madrid remontó la eliminatoria en Chamartín tras vencer por 3 a 0 a los italianos. Aquella frase se mantuvo en los 90 y ahora, tras 13 Copas de Europa, ha dejado de tener sentido. 90 minutos en el Bernabéu son un trámite burocrático para este triunfal Madrid.

El partido comenzó fuera del guion esperado: el Real Madrid controlando el balón y los italianos corriendo detrás con las líneas excesivamente abiertas. Lo que provocó que Marcelo abriera a Isco por la izquierda quien metió el balón al área para que Cristiano Ronaldo rompiera el marcador a los 2 minutos de juego. Mazazo en el Estadio delle Alpi ante 67,000 personas entregadas a su equipo.

La Juventus tenía por delante el peor de los escenarios. Remontar, abrir espacios, buscar las bandas y controlar, a la vez, a este peligroso equipo blanco, vestido de azul, que desde el tanto esperaba agazapado a enganchar alguna contra con la que matar el partido. Al minuto 5 de juego Dybala tuvo el empate, pero Ramos, pletórico al quite, despejó el balón a córner. La vecchia signora apretó hasta el minuto 14 con llegadas un tanto imprecisas. Momento en el que el Madrid comenzó a presionar arriba gracias al enorme trabajo de Casemiro y Modric en la medular, capaces de amenazar en cada recuperación con una contra mortal. Un segundo gol mataba a los italianos. La Juve, a sabiendas de esto, comenzó a presionar más fuerte al Madrid tras una gran ocasión a balón parado que Higuaín alcanzó a rematar, pero se encontró con unos soberbios reflejos de Keylor Navas.

Corría el minuto 22 y el partido se embruteció. Faltas y manotazos hasta que, en una de esas temidas contras para los italianos y deseadas para españoles, Toni Kroos mandó un zapatazo al travesaño para recuperar el fútbol. Dos minutos después la Juve pudo empatar pero Varane despejó un pase de la muerte que enmendó un córner mal defendido por Ramos. Fue un espejismo de oportunidades hasta regresar el juego enfurecido, con los italianos volcados pidieron 3 penales en 5 minutos. Ninguno era y se llegó al descanso, con tarjeta incluída para Dybala por tirarse en el área. A la postre esta tarjeta le costaría la expulsión más tarde.

La Juventus tenía el descanso y toda la segunda mitad para preparar la remontada. La propuesta del segundo envite fue un correcalles vertical con el que atacar frontalmente al Madrid. Una falta desviada por la barrera madrileña a los 10 minutos de la segunda parte pudo ser el empate. Navas estaba batido pero el balón se fue fuera. Zidane vio peligrar el partido y decidió sacar a Benzema del partido por Lucas Vázquez. A priori, una decisión acertada que se confirmaría luego con el segundo gol del Real Madrid en el minuto 63.

Vázquez daba alas y velocidad a las recuperaciones del Real. En una de estas salidas, un clamoroso error defensivo de la Juve terminó con una ocasión clarísima para Lucas Vázquez que repelió Buffon. La jugada parecía subsanada pero, entonces, Carvajal colgó el balón al área y Cristiano Ronaldo, suspendido de espaldas en el aire, enganchó una espectacular chilena para anotar el mejor gol del año. El portugués se agarró al escudo, Zidane se tocaba la calva con gesto de incredulidad y la afición madridista estallaba en el fondo. No era para menos.

La fiesta no había terminado y Marcelo se sumó a ella en el minuto 70 para anotar el tercero tras superar con un toque maestro a Buffon. Los italianos estaban desahuciados y el Madrid, gustándose. Momento ideal para la entrada de Asensio. Fueron 3, pero pudieron ser 4 ó 5 con disparo al larguero de Kovacic incluído a poco del final. Quedan 90 minuto en el Bernabéu y la Juve tiene que marcar 4 para pasar. No van a ser largos, van a ser imposibles.