El Luzhniki fue un infierno de bengalas y humo en el segundo tiempo del juego entre CSKA y la Roma

Con bengalas, fuego y quema de accesorios alusivos al club italiano, los fanáticos rusos metieron la hostilidad en el ambiente de este juego.

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Una vez el partido se reactivó para el segundo tiempo, los Ultras del CSKA de Moscú se robaron el protagonismo.

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Con múltiples bengalas y fuegos comenzaron a hacerse sentir en uno de los fondos del estadio Luzhinki.

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El ambiente comenzó a ponerse espeso desde las tribunas y algo del humo llegaba hasta el césped.

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Aunque la situación parecía salirse de control, el árbitro decidió seguir con el juego.

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Seguramente, la UEFA tomará medidas sobre este comportamiento de los fanáticos del CSKA.

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Es prohibído por parte de la organización el uso de este tipo de artefactos dentro de los estadios de fútbol.

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Lo más grave, además de algunos cantos ofensivos, es que los rusos quemaban bufandas, banderas y playeras de la Roma.

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Una clara provocación de los locales para sus visitantes.

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Normalmente para este tipo de conductas la UEFA suele imponer una sanción económica al club y por reincidencia alguna restricción en las tribunas.

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Las bengalas y el fuego se extendieron por casi todo el segundo tiempo, incluso en los minutos finales se hizo aún más intenso.

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Incluso perjudicando a sus propios jugadores. El portero Igor Akinfeev fue uno de ellos, ya que en un momento tuvo que taparse sus vías respiratorias para no aspirar el humo.

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El árbitro le consultó a Akinfeev si estaba en condiciones de seguir, dijo que sí y la pelota siguió rodando.

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Mal comprtamiento de los aficionados locales, sin duda. No es de extrañarse, ya que son unos de los ultras más temidos de Europa.

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Al final, no sucedió nada y el juego continuó hasta que se decretó el 2-1 para la Roma.

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