El juego tuvo de todo, tanto así que antes de iniciar hubo un retraso de 10 minutos porque el autobús del equipo alemán llegó más tarde de lo previsto al estadio debido al intenso tráfico.
El comienzo del choque resultó vibrante, pues Joao Félix, por el local, y Marco Reus, por la vista, tuvieron las primeras opciones claras de anotar antes de los primeros 20 minutos de partido.
Los pupilos de Graham Potter, de discreto andar en la Premier League donde van décimos, eran los que más buscaban abrir el marcador tras caer 1-0 en Dortmund en la ida de los Octavos de Final y Kai Havertz, a los 28 minutos, estrelló un balón en el poste izquierdo que de milagro no entró.
Diez minutos más tarde, el mismo Havertz anotaba un golazo a toda la escuadra, pero el tanto se anuló por un fuera del lugar previo de Raheem Sterling.
No obstante, a los 43 minutos, Sterling tuvo revancha y tras una buena jugada dentro del área superó a Alexander Meyer para poner el 1-0 e igualar la serie.
Al inicio de la segunda parte, un penal por una mano del defensa Marius Wolf lo transformó en gol Havertz, aunque con polémica pues había fallado en inicio. Havertz, tirador tras la marcha de Jorginho al Arsenal, mandó su disparo al poste.
Sin embargo, el VAR advirtió algo, una invasión de área. Se tuvo que repetir la pena máxima y Havertz optó por el mismo lado, pero unos centímetros más alejado del palo. Esta vez sí hubo gol. La primera vez desde el 27 de diciembre que el Chelsea anota dos goles en un partido.
Publicidad
Lo intentaron los alemanes a la desesperada, pero sin ningún tipo de fuelle y energía; apenas un par de ocasiones erradas por Bellingham fue el bagaje del arreón de treinta minutos finales del Dortmund, que desaparee de Europa a la vez que emerge un Chelsea irregular pero que ya está entre los ocho mejores del continente.
