Los puntos débiles que no han permitido a Tigres ganar en las finales

Tigres vive un momento complicado, sigue sin poder coronarse a nivel internacional y con la amargura de perder finales, mientras América ha ganado en 4 de sus últimas 5 finales; los Tigres han perdido 3 de sus últimas 5 finales.

La afición de los felinos incluso ya ha pedido en redes sociales la salida de su entrenador, Ricardo Ferretti, con el hashtag #FueraTuca. Estos son algunos de los aspectos que Tigres ha pasado por alto y que le han costado campeonatos.

Uno de sus grandes pecados ha sido el no tener regularidad en los duelos finales, en casa sacan ventaja y cambian radicalmente su funcionamiento de visita. En la Final del Apertura 2014 sacaron una ventaja mínima de 1-0 sobre América para perder en la vuelta por 3 a 0.

Incluso en el Apertura 2015 ganaron 3-0 en casa para perder 4-1 en la vuelta contra Pumas y fueron los penales la vía del éxito. Ante River Plate en la Final de Libertadores en 2015 empataron 0-0 en el Universitario y perdieron 3-0 por goleada en el monumental.

En la reciente Liga de Campeones de Concacaf perdieron en la ida en casa por 2-0 y América les propino en el Azteca 2-1. Sin un juego de vuelta Tigres fue campeón de la Copa MX en el Clausura 2014 derrotando a los Alebrijes por 3-0.

Estos resultados en casa están ligados a la contundencia, Tigres ha fallado oportunidades claras de gol. En todas las series de final han tenido por lo menos dos oportunidades claras para reflejarlas en el marcador, han perdonado y han permitido a los rivales crecer, las fallas van directo al marcador y de visita poco pueden hacer para remediarlo.

El planteamiento táctico es otro de los temas importantes que Tigres necesita analizar, en más de una ocasión los felinos no han salido a devorarse al rival.Iinician con una línea de 5 en el fondo, logran adueñarse del medio campo pero no tienen profundidad, son dueños del esférico pero no pueden hacer mucho con la pelota.

Es ahí en el que se manifiesta otro de los males, se vuelven dependientes de individualidades que van desde Jürgen Damm hasta André Pierre Gignac y esperan, cuando el juego no se abre, sean ellos los que inclinen el partido a su favor.

Cuando han logrado verse arriba en el marcador viene una baja de juego, comienzan a especular y pierden intensidad, no logran ‘matar’ al rival, se dejan envolver por el ritmo del partido sin imponer el estilo que pretende Ricardo Ferretti.

El mensaje del ‘Tuca’ hacia sus futbolistas, durante el partido, puede ser apático por completo, sin moverse ni un milímetro del área técnica y sin enviar ninguna indicación, esto se refleja en sus jugadores que de igual forma de pronto pueden ser insultados sin el carácter de Ferretti explota.

La plantilla de Tigres es una de las mejores de México pero eso mismo le juega en contra. Exceso de confianza en elementos como André Pierre Gignac, Rafael Sobis, Damián Álvarez o Javier Aquino hace parecer que son conscientes de hacer daño cuando lo deseen, a veces el tiempo ya no les alcanza.

En el tema disciplinario han mejorado pero siguen desconcentrados en momentos exactos de los juegos. Como ejemplos, en la final del Apertura 2014 frente al América, Damián Álvarez estaba descontrolado y en la final de la Concacaf, Jesús Dueñas lanzó un pelotazo al recoge balones.

El ‘apapacho’ incondicional de su afición. Durante años Tigres estuvo en sequía, incluso se fue al descenso pero los aficionados de Tigres siempre estuvieron ahí, son de los que más pagan por boletos, garantizan el lleno sin importar si juegan mal o bien, 'apapachan' y hacen que el futbolista no sienta la presión de otros clubes.

Tigres aún tiene posibilidades de acceder a Liguilla y pronto podría jugar otra final pero la delantera se encuentra lejos de la cuota goleadora que se esperaría, en el Apertura 2015 consiguieron 26 goles, mismos que lleva en el actual torneo.

Si bien la afición quiere más, no hay que olvidar que cinco finales en dos años, un campeonato de Liga y uno de Copa no son poca cosa pero Tigres podría ser un referente si lograra redondear sus actuaciones en las finales.