'Ruso' Zamogilny | Personalidad endemoniada

El fichaje mas caro en la historia del Napoli, la venta mas cara en la historia de un futbolista del PSV Eindhoven y el fichaje mas caro en la historia para un futbolista mexicano.

Hirving Lozano generó muchísima expectativa y una de las grandes incógnitas era saber cómo se iba a adaptar el mexicano a una liga donde los equipos son muy ordenados defensivamente, donde la marca es férrea y es muy complicado que un delantero pueda mostrar sus cualidades a pleno en el corto plazo.

Se le atribuye a Bobby Robson, pero bien podría ser una frase del Chucky: “los primeros 90 minutos son los mas importantes”.

Y es que Hirving tiene un registro extraordinario en sus debuts. Su presentación con Pachuca en el imponente Estadio Azteca fue con un gol, pudo mover las redes y gritar gol en su debut con el PSV, anotó un golazo contra Alemania en su debut mundialista y así nos podemos ir con varios de sus primeros 90 minutos jugados.

Un dato curioso pero a la vez revelador, ya que nos demuestra que al Chucky no le pesa ningún escenario. El tipo tiene condiciones futbolísticas de sobra pero también una personalidad endemoniada que le permite afrontar estos desafíos con atrevimiento, superando la presión que se puede sentir en estos momentos cruciales para cualquier futbolista.

“No hay fecha que no se cumpla...” reza el refrán y el momento del debut llegó el sábado. Con un Napoli siendo vapuleado por la Juventus en los primeros 45 minutos, Ancelotti decidió mover la banca y utilizó como revulsivo al Chucky que ingresó por un emblema del equipo como lo es Lorenzo Insigne.

Perdiendo 2-0, jugando de visitante y con Cristiano Ronaldo enfrente, el escenario era más que adverso, pero a Hirving parece importarle muy poco este tipo de situaciones, él solo juega y lo hace cada vez mejor.

Entró para posicionarse junto a Mertens como segundo punta (en una zona donde no se desempeña normalmente), moviéndose desde el centro hacia la derecha, tomando el carril exterior en varias oportunidades pero también cayendo entre líneas por detrás de Pjanic para luego encarar con ese desparpajo y determinación que le conocemos desde aquel primer juego contra el América.

Nunca se escondió, pidió la pelota permanentemente y cuando pudo hizo gala de su velocidad atacando la espalda de De Ligt, como en la jugada en que marcó el gol. También generó la falta que posteriormente terminaría en el gol del empate e incluso estuvo cerca de anotar con un par de rebotes dentro del área.

El Napoli creció en el juego de su mano y nos invitaba a imaginar una histórica remontada de los azules.

La historia dirá que el Napolí perdió el partido, una desafortunada jugada defensiva de Koulibaly haría la diferencia para la Juve, marcando un gol en propia puerta, pero el auspicioso debut del Chucky nos deja la sensación de que en Italia habrá diabluras para rato. ¡Qué así sea!