Pumas cayó ante Necaxa por la Copa y puso en peligro su clasificación, pero la prioridad para los auriazules está puesta en la Liga.
Por:
Ricardo Otero.
Imagen Mexsport
Matías Alustiza cargó con el peso de la ofensiva de Pumas.
La derrota de Pumas por la Copa MX ante Necaxa no llega precisamente en un momento de tranquilidad para los auriazules, que apenas hace tres días dejaron ir la victoria en la compensación ante América pese a tener dos hombres más en el campo.
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Necaxa se impuso 1-0 en el Estadio Victoria y aseguró su pase a los Octavos de Final como primer lugar del Grupo 4, para que lo Pumas lleguen obligados a vencer a Tampico Madero en la última jornada si quieren aspirar a avanzar.
David Patiño dio descanso a varios de sus titulares para el duelo ante los Rayos tras el esfuerzo del fin de semana y de cara al partido de la Jornada 8 por la Liga ante León en el Bajío, donde un resultado adverso podría sacarlos de zona de Liguilla, toda vez que tras la cuarta semana eran los líderes generales.
Por eso, abonar a la mala racha de la Liga, donde suman cuatro partidos sin ganar, este duelo de Copa, es innecesario. Patiño ha mostrado que el certamen de media semana le sirve para darle juego a algunos suplentes para que puedan estar en ritmo cuando se les requiera.
Tampoco nos desgarremos las vestiduras pensando que Pumas no debería priorizar la Liga sobre la Copa. A estas alturas, sin llegar aún a la mitad del torneo en uno y en primera fase del otro, ningún equipo del Máximo Circuito pensaría que es más importante que es más importante la Copa MX. Esos cambios de prioridades llegan conforme se avanzan en las rondas.
La realidad es que Pumas, en efecto, ha sido luz y sombra en este semestre, que un día le mete cinco goles y Necaxa y después apenas le marca uno en dos partidos.
Nadie lo niegue: hay mucho que trabajar en el Pedregal.
