Así fue el reencuentro de José Mourinho y Josep Guardiola en el Old Trafford

El Old Trafford fue el escenario de un nuevo duelo entre José Mourinho y Josep Guardiola, el derbi de Manchester fue el pretexto para que dos de los mejores entrenadores de la actualidad se vieran las caras nuevamente.

Luego de una semana de rumores, de recuento de daños y cruces de palabra de ambos entrenadores. El momento llegó y previo al duelo Mourinho y Guardiola fueron respetuosos y amables.

Con un fuerte apretón de mano los dos entrenadores se vieron frente a frente previo al encuentro. Fueron pocas las palabras que se dijeron y que los medios pudieron documentar.

Después del silbatazo inicial, la batalla en las bancas inició. El portugués lució tranquilo y calmado, un poco en contraste de Pep, quien estuvo inquieto por lo que mostraban sus jugadores en el terreno.

Guardiola fue el primero en iniciar con la asesoría a sus jugadores, el español manoteó varias veces para organizar a sus futbolistas y transmitirles las indicaciones que deseaba aplicar.

En la primera parte Guardiola estuvo muy activo, por varios minutos intercambió frases con sus jugadores y rotó a algunos. Al final esto le serviría, pues el City tomaría ventaja de 2 goles en los primeros 45 minutos.

Por su parte Mou se dedicó a hacer apuntes para corregir lo hecho por sus drigidos en el entretiempo. Sólo fueron contadas las indicaciones que el portugués dio, pese a estar abajo en el marcador.

El segundo tiempo sería totalmente opuesto en los banquillos, pues Moruinho mostraría más intensidad.

Mientras que Pep mantendría la tónica del primer tiempo con sus comentarios y asesoría, incluso también con observaciones al árbitro por sus marcaciones.

Guardiola protagonizaría un pequeño roce con Wayne Rooney, el entrenador español le escondió el esférico al jugador, quien incluso empujó al estratega por obstruir la continuidad del encuentro.

En el complemento, los dos entrenadores estaban a tope y con su carácter a flor de piel. Reclamando jugadas, regañando a sus jugadores y gritándoles a los mismos.

Tras el silbatazo que marcó el final del partido, Mourinho lució consternado y serio, su equipo cayó 1-2 en su casa ante el City.

Guardiola personificaba el otro lado de la moneda, el español se vio liberado y contento con el resultado de su equipo.

Al final mientras Moruinho se iba a los vestidores rapidamente, en contraste Pep se dio el tiempo de felicidar a sus jugadores dentro del terreno de juego y saborear otro duelo ante el portugués con saldo a favor de él.