10 razones para entender que Leicester City haya ganado la Premier League

Méritos propios y fracasos de los rivales que explican la sorpresa del Leicester City, el nuevo e inesperado monarca de la Premier League.

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A principios de la temporada 20155/16 nadie hubiese apostado por el Leicester City como campeón de Inglaterra. Los pronósticos más optimistas apenas lo salvaban del descenso. Ahora, 36 jornada después, la realidad demuestra que no importa no ser el mejor equipo en el papel, sino que hay que serlo en el campo. Aquí desglosamos por qué el Leicester es campeón.

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¿Conocías a Riyad Mahrez? El extremo argelino fue hasta esta temporada un buen jugador más. Jugó con su país en el último mundial y ascendió a la Liga Premier con el Leicester la temporada pasada. Esta temporada explotó con 17 goles y fue clave en el buen funcionamiento de su equipo. Por alguna razón fue votado por los jugadores de todos los equipos como el mejor de este torneo.

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Si Mahrez fue el mejor para los jugadores, Jamie Vardy lo fue para los periodistas. Nadie esperaba la explosión de un jugador de 29 años que había pasado de gran promesa con el Fleetwood a ser un jugador inestable. Esta temporada Vardy destapó la esencia de ese jugador que fue el fichaje más caro de la historia de la Champioship y con 22 goles y un espíritu de lucha inigualable fue el líder e imagen del Leicester.

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En las votaciones para mejor jugador del año también destacó otro jugador del Leicester, el francés N’Golo Kanté. El centrocampista llegó al Leicester como pilar para intentar mantenerse en la división de los grandes, a pesar de ser un jugador de modesta fama. Kanté se convirtió en la columna del equipo. Si Mahrez y Vardy pusieron los goles, N’Golo Kanté puso el corazón para guiar al equipo.

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El cuarto jugador clave fue el jamaiquino Wes Morgan. El central jamaiquino fue el hombre que le dio seguridad y solvencia a la defensa de los zorros y permitió construir el fútbol desde atrás como le gusta a su técnico, Claudio Ranieri. No en vano Morgan lleva el brazalete de capitán del equipo.

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El resto de plantilla ha jugado a la perfección el papel de actor de reparto. El orden, la disciplina táctica y el espíritu de lucha han permitido lucir a los principales protagonistas como en las películas mejor dirigidas. Hombres como Shinji Okagazi, el argentino Leonardo Ulloa o Mark Albrighton, por citar a algunos, mostraron su mejor nivel esta temporada.

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Pero para entender el éxito del Leicester hay que explicar el fracaso de los grandes. Los millonarios, construidos para triunfar, fueron fracasos estrepitosos. Man-U, City, Chelsea, Arsenal y Liverpool no cumplieron. La mejor prueba es el segundo lugar que ocupa el Tottenham, un club que ya se había resignado a competir a la cola de los grandes, luego de algún tímido esfuerzo de ponerse a la par con grandes fichajes hace pocos años.

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El Chelsea tuvo quizás la más frustrante temporada de todos. Los millones del empresario Abramovic se perdieron en la nada. Mourinho vivió media temporada en conflicto con la plantilla y eso llevó a un desgaste insalvable. Jugadores como Cesc, Diego Costa, Pedro, Hazard y otros millonarios se hundieron entre conflictos y notas de prensa extra futbolísticas.

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Liverpool sigue careciendo de una plantilla sólida y confiable, más aún para mantenerse en dos competencias. La llegada de Jurgen Klopp al banquillo no fue suficiente, y si bien en el campo luce como un equipo batallador, las piernas no alcanzaron para ser competitivos en Europa y en la Premier al mismo tiempo.

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Manchester United sigue sin reponerse a la ausencia de Ferguson. Van Gaal pasó más de media temporada lidiando con rumores de problemas en el banquillo y con jugadores lesionados.

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Al Manchester City también le pesó el competir seriamente en Champions. Sus esfuerzos por no repetir el ridículo europeo lo dejaron falto de piernas para la competencia interna. Los jugadores clave mostraron altibajos a lo largo de la temporada y el técnico Pellegrino nunca contó con el apoyo necesario, de hecho con apenas dos meses de temporada ya era un secreto a voces que su tiempo estaba contado y que Guardiola tomaría su puesto.

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El otro grande de Inglaterra, el Arsenal, tuvo su mejor temporada de los últimos años. Los Gunners se mantuvieron en el tope peleando por el liderato, pero no tuvieron la consistencia necesaria para llegar hasta el final. El largo proyecto Wenger volvió a estar en duda a lo largo de la temporada, aún cuando mejor lucía el equipo.

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Para el final dejamos al director técnico Claudio Ranieri. El trotamundos italiano ha demostrado ser uno de los mejores estrategas de equipos pequeños. Pocos como él hacen que los jugadores crean en ellos mismo. Su paso por equipos grandes ha sido discreto, pero con equipos algo más modestos ha sabido competir entre los grandes, como lo hizo con Fiorentina o Valencia.

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