El Barcelona regresa al campo con la tremenda resaca de la Champions: la estrepitosa goleada que recibió del PSG, 4-0 en la ida de los octavos de final, está muy fresca en la memoria de jugadores y aficionados del Barça.En la jornada 23 de la Liga española recibe al Leganés y cualquier triunfo sabrá a poco. Es obligación de los catalanes resarcirse ante los madrileños, y con goleada. Porque incluso una victoria ajustada avivaría una crisis que se asoma, que quiere prender.Y mejor ni hablemos de un empate o de una derrota. Porque entonces la llama prendería en el club más sólido y exitoso de los últimos 15 años en el futbol mundial.Además, ganar significaría seguir a un punto del líder Real Madrid, que todavía tiene dos partidos pendientes. Ganar significaría cumplir luego de la vergonzosa actuación el pasado martes en el Parque de los Príncipes.No ganar, ¿qué significaría? Ya lo veremos, si es que ocurre. Pero nada bueno, por supuesto.Así que este domingo Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar tienen una deuda con el juego, que no pagarán por completo pero que están obligados a cumplir. La verdadera deuda será ante PSG el 8 de marzo, pero un nuevo tropiezo ante el modesto Leganés entonces sí que justificaría la palabra crisis aplicada al club que ha enamorado al futbol en los últimos tres lustros.