El Estadio Wanda Metropolitano será el escenario perfecto para el choque entre A tlético de Madrid y el Sevilla, correspondiente al juego de ida de los cuartos de final en la Copa del Rey.Las estadísticas no favorecen al Sevilla, sin victoria en sus últimas diez visitas al Atlético, con seis triunfos locales y cuatro empates, y con la presión encima de ellos, porque los dos quieren el título. Diego Simeone buscará que su equipo ponga el máximo en la cancha, para ello contará en la alineación con Diego Costa, Gabi y Savic, quienes se perdieron el último partido de la Liga ante el Eibar, además no podrá contar con Filipe Luis. El Atlético puede presumir cuatro triunfos en lo que va del año, sin un solo gol en contra y con diez a favor.El antecedente más reciente entre estos equipos en la temporada regular de la Liga de España 2017-2018 se remonta al 23 de septiembre, donde el Atlético de Madrid venció 2-0 al Sevilla.Aunque el equipo colchonero y el del barrio de Nervión igualan en sus eliminatorias coperas, con cuatro pases a la siguiente ronda para cada uno, el Sevilla lleva casi un decenio sin ganar en el feudo atlético, desde un 0-1 en septiembre de 2008, unos guarismos que ahora intentará romper en su segunda comparecencia en el Wanda Metropolitano.Aún así, las estadísticas no deben ser excusa para que el Sevilla del italiano Vincenzo Montella, que cumplirá su cuarto partido en el club andaluz con dos triunfos en el torneo copero ante el Cádiz y dos derrotas en la Liga Santander (Betis y Alavés), renuncie a dar un cambio drástico a su situación para seguir con opciones en la Copa.Y es que los sevillistas llegan a este duro envite en su peor momento, tras cinco partidos de Liga sin ganar (un empate y cuatro derrotas) que le han hecho retroceder hasta la sexta plaza, y lo peor aún, con las malas sensaciones que transmite el equipo, romo y previsible en ataque y muy débil atrás 28 goles en contra en liga.Por ello, al Sevilla no le queda otra que aprovechar este duelo de altura para levantar la cabeza y reaccionar para intentar recuperar la sonrisa, competir y dar una imagen radicalmente distinta, después de que ésta quedara muy tocada tras el 3-5 en el derbi sevillano y el 1-0 del domingo en Vitoria.