Al PSG se le vino encima Anfield y Juan Bernat pecó de inocente y puso una zancadilla a Georginio Wijnaldum dentro del área que el árbitro señaló, y con razón, como penalti.Milner, con el brazalete de capitán, asumió la responsabilidad y, pese a que Areola le adivinó el lado, el balón se coló raso y fuerte pegado a un palo, enfrente de la grada The Kop que estalló de júbilo.Embutidos en una nube, tuvo que ser un error local el que resucitara a Neymar y los suyos. Di María, muy activo en los primeros 45 minutos, puso el balón en el área, Edinson Cavani no pudo controlarlo y Robertson, incomprensiblemente, despejó mal dejándolo muerto a Meunier. El belga no desaprovechó el regalo y sacó un latigazo con el interior del pie izquierdo clavado al palo de la portería de Alisson.Sin ocasiones claras en ningún bando, a los 12 minutos de la segunda parte le fue anulado un gol a Mohamed Salah.Le cayó, tras un disparo desde la frontal, el balón a Sturridge, al que se le escapó el control. Se lanzó para intentar cazar el esférico, pero chocó con Areola y le clavó los tacos en el cuerpo. Salah empujó el balón, con portero y delantero en el suelo, pero el árbitro lo anuló por falta al meta del PSG.El Liverpool perdonó y Neymar y Mbappé, inofensivos hasta los minutos finales, aprovecharon el negro partido de Salah para empatar.El egipcio erró en la salida, regaló el balón a Julian Draxler y éste vio la cabalgada de Neymar por el centro. El brasileño condujo el esférico con sobriedad y encontró a Mbappé dentro del área, que fusiló a Alisson y puso el 2-2.El francés, héroe tan solo unos minutos antes, iba a ser el causante indirecto de la derrota de su equipo por un exceso de confianza imperdonable. En el tiempo añadido, la joven estrella, en un córner en contra, intentó tirar un caño, no lo consiguió y regaló la pelota al Liverpool.Firmino recibió el presente dentro del área, tiró un amago a Marquinhos y definió con un tiro cruzado para desatar el éxtasis en Anfield.