Fútbol
¡Para olvidar! Mascotas en el mundo del deporte que han tenido poca popularidad
Algunas de ellas fueron representantes en eventos, mientras que otras con sus equipos han causado reales dolores de cabeza.
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Varias mascotas representantes de grandes eventos deportivos o de clubes han tenido una baja popularidad y un ejemplo de ello fueron las de los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004.
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Athena y Phevos estaban inspirados en dos niños de la Antigua Grecia, aunque precisamente esa similitud con esas figuras del siglo VII a.c. fue criticado por la poca creatividad.
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La mascota de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 fue conocida en principio con Whatizit (que sería traducción de "qué es esto), y era una figura que se podía transformar en cualquier objeto.
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La mascota no solo no gustó a nivel comercial sino que cambió su nombre a Izzy, para que al final se tratara de enfocar hacia el público infantil como último recurso.
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Goleo VI fue la mascota del Mundial de Alemania 2006 y consistía en un león con su amigo balón parlante en las garras. Generó molestias porque el águila es el animal que representa a los alemanes.
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El concepto del león con el esférico no fue del todo rechazado, pero en general pasó como una mascota con poca popularidadd frente a otras.
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La mascota con la idea más simple y por lo mismo criticada fue la de los Juegos Olímpicos de Invierno de Innsbruck 1976. Un muñeco de nieve de nombre Schneemann fue el representante.
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Schneemann no tuvo un mayor alarde de creatividad al tener apenas su sombrero, rojo, ojos expresivos y nariz de zanahoria el esfuerzo en el diseño.
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En la Copa de Corea y Japón se fueron a un extremo de creatividad. Kaz, Ato y Nik eran tres mascotas futuristas hechas, según la explicación, de energía.
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Las tres mascotas querían difundir el Atmoball, un deporte inventado que en teoría era igual que el fútbol. Fue un concepto algo distante para los fanáticos.
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Olly, una kookaburra, fue una de las tres mascotas de los Juegos Olímpicos de Sídney en 2000 que tuvieron poca acogida frente a la esperada.
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Los tres animales eran representantes de la naturaleza, como parte de la fauna típica en esa ciudad australiana.
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Bertie Bee es la mascota del Burnley, equipo de Inglaterra que ha tenido varios problemas por el comportamiento de su representante.
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La mascota es una abeja jugadora de rugby y el problema es que ha tenido actos de indisciplina, al punto de insultar a sus propios fanáticos y tener líos con la ley por su comportamiento.
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Los Juegos Olímpicos de Londres 2012 tuvo en Wenlock y Mandeville a sus mascotas, nombradas como localidades británicas importantes en el deporte local.
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Supuestamente eran las dos últimas gotas de acero en la construcción del estadio olímpico, concepto que no tuvo mayor popularidad entre los seguidores.
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Quatchi y Miga fueron las dos mascotas de los Juegos Olímpicos de Invierno en Vancouver 2010, con personajes que tenían una inspiración en la mitología de Canadá.
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Aún así, hubo rechazo al evento de parte de buena parte de los fanáticos por la fuerte inversión y muestras de cambio climático, algo muy lejano del concepto de naturaleza de las propias mascotas.
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Ciao fue la mascota del Mundial de Italia en 1990, hecho con unas figuras que representaban a un hombre con cabeza de balón de fútbol.
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La mascota pasó con más pena que gloria en el Mundial de fútbol, mostrando que la historia de estos personajes muchas veces tiene un legado de poca popularidad.
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