Fútbol

    "No soy un criminal", proclama Costa ante su situación en el Chelsea

    El delantero de los 'Blues' no ha sido tomando en cuenta por el equipo en la pretemporada y el arranque de la Premier League.

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    Por:
    TUDN

    El Chelsea es el campeón de la Premier League y además tiene una Champions, pero ya no es más el equipo más rico del mundo. Veamos esta triste historia.
    Los 261 millones de dólares que el París Saint-Germain pagó por Neymar lo hacen el fichaje más caro de la historia, completamente fuera de presupuesto para el Chelsea.
    El Chelsea y el PSG antes eran vistos como nuevos ricos en la élite del Barcelona y del Real Madrid. Ahora, el club londinense no puede costearse semejantes lujos.
    Pero en el 2003, cuando el magnate ruso Roman Abramovich compró al Chelsea, inició la era de la nueva aristocracia del fútbol.
    Los viejos fanáticos del Chelsea no tenían ni idea de quién era Abramovich, pero gracias a él el Chelsea se hizo de docenas de miles de nuevos fanáticos.
    Su primer golpe de talonario fue arrebatarle al Manchester United al mediocampista argentino Juan Sebastián Verón por casi 30 millones de dólares. Entonces se temía que el Chelsea iría por las joyas del Madrid.
    No fue necesario ir por las joyas del Madrid, ya que Abramovich armó un Chelsea temible con figuras como Arjen Robben y Hernán Crespo.
    Tras conseguir ganar la Premier League en 2005, el Chelsea llegó a la final de la edición 2008 de la Champions en Moscú, Rusia, tierra natal de Abramovich.
    Repentinamente, un Abramovich de 40 años fue captado en el Estadio Luzhniki de Moscú al lado de una bella joven rusa de 26 años.
    ¿Su nombre? Daría Zhukova, mejor conocida como Dasha Zhukova.
    Zhukova y Abramovich se conocieron en 2005, cuando el hombre aún estaba casado con su segunda esposa, durante una recepción organizada por el millonario padre de Dasha.
    Es hija de un hombre de negocios que tiene empresas de petróleo en Rusia y ella vive en el mundo de la alta costura entre Nueva York y París.
    A pesar de llevarse 14 años de diferencia, se casaron en 2008, una vez que Abramovich acordó un divorcio de casi 200 millones de dólares con su mujer anterior.
    Abramovich poco a poco fue llevándola a los palcos de lujo para ver al Chelsea, su equipo de fútbol. Aquí ambos aparecen junto al entrenador holandés Guus Hiddink.
    Dasha a su vez intentó hacer que su marido se interesara por invertir en revistas y desfiles de moda. Y Abramovich invirtió fuerte en los placeres de su esposa.
    Ocultaron su matrimonio de las cámaras de los paparazzi durante seis años. No fue sino hasta 2014 que Dasha habría accedido a hacerlo público en un artículo del Wall Street Journal.
    Como matrimonio, organizaron actos de filantropía y caridad para recaudar fondos para museos de arte en Rusia.
    Él fue muy cuidadoso de no exponer de más a su esposa en el palco de Stamford Bridge, el estadio del Chelsea en Londres. Aquí también aparece el goleador ucraniano Andriy Shevchenko.
    Sin embargo, Dasha es una reconocida socialité y toda una personalidad del mundo de la farándula. El que aparece a su lado es el piloto británico de Fórmula 1, Lewis Hamilton.
    Dasha junto con J-Lo y Marc Anthony en una gala en Rusia.
    Al mismo tiempo, Abramovich comenzó a aparecer sin compañía en las recepciones para los eminentes hombres de negocios de Rusia por parte del presidente Vladimir Putin.
    Cuando Roman Abramovich contrató al entrenador italiano Antonio Conte para su equipo en 2016, Dasha ya no era la mujer que aparecía con él en las fotos.
    Finalmente, los tabloides británicos han dado la noticia: Abramovich y Zhukova oficialmente se divorcian en lo que promete ser el divorcio más caro de la historia.
    Este verano el Chelsea ya tuvo que vender a una de sus piezas claves, el mediocampista Nemanja Matic, al acérrimo rival Manchester United.
    Desde el año pasado el Chelsea hizo fichajes discretos (pero muy valiosos en lo deportivo) como el del recuperador francés N'Golo Kanté por menos de 35 millones de dólares.
    El Chelsea hizo el esfuerzo de poner 60 millones por el goleador español Álvaro Morata, quien en el Real Madrid era suplente.
    A pesar de ya no ser un equipo súper-rico para los nuevos estándares de Europa, el Chelsea de Conte es una escuadra bien trabajada.
    Son los vigentes campeones de Inglaterra y quieren hacerse respetar contra los nuevos ricos: el PSG de Neymar y el Manchester City de Guardiola. 
<b>Esto, a pesar del divorcio más caro de la historia.</b>

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    El Chelsea es el campeón de la Premier League y además tiene una Champions, pero ya no es más el equipo más rico del mundo. Veamos esta triste historia.

    El delantero internacional español del Chelsea, Diego Costa, apartado del Chelsea, acusó al club londinense y a su entrenador Antonio Conte de tratarlo como a "un criminal", en declaraciones publicadas por la prensa británica.

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    "Quieren que me entrene con el segundo equipo. No haré eso. No soy un criminal", explicó el delantero en el Daily Mail desde su localidad natal, Lagarto, en Brasil.

    "Espero que el Chelsea me de la carta de libertad. No quería irme, era feliz. Pero cuando el entrenador no te quiere, uno debe irse", continuó Costa, que admitió su sorpresa al recibir en junio un mensaje de Conte en el que le advertía que no entraba en sus planes.

    Lo del guardameta charrúa de Lobos BUAP, Lucero Álvarez, trae de vuelta casos de jugadores cuyas carreras cambiaron en fracción de segundo.
    Según sus propias palabras, estuvo a tres milímetros de perder el ojo izquierdo lo cual hubiera terminado con su carrera profesional.
    Álvarez salió a descolgar un balón cuando chocó cabezas con el brasileño Everaldo Stum de Gallos Blancos de Querétaro.
    Afortunadamente, el aparatoso encontronazo quedó nada más en una fractura de pómulo: volverá a jugar.
    El caso de Lucero Álvarez recuerda al del también uruguayo Ignacio Schneider de Querétaro, jugando en el Ascenso MX en el año 2008.
    Jugando contra el Socio Águila en el Estadio Azteca, el charrúa tuvo un choque con el brasileño Izaiaz Ramos.
    Schneider sufrió desprendimiento de retina y perdió el ojo izquierdo.
    Siguió jugando profesionalmente en el Club Atlético Atenas de Uruguay, pero acabó por retirarse en 2011, con 28 años.
    El guardameta checo Petr Cech fichó por el Chelsea en 2004 desde el Rennes de Francia. Solía porterear sin el casco que hoy lo caracteriza.
    Pero hace más de una década, el 14 de octubre de 2016, sufrió un encontronazo con Steve Hunt del Reading que estuvo a punto de causarle la muerte.
    El cráneo de Cech fue fracturado por la rodilla de Hunt: mientras Chelsea y Reading seguían jugando, el guardameta fue operado de emergencia en un hospital de Oxford, a 50 kilómetros del estadio.
    Luego del incidente, Cech regresó usando un casco especial: durante años los fanáticos de la Premier aseguraron que no fue el mismo de antes, concediendo goles fácilmente.
    Cech sigue portereando a buen nivel, ahora con el Arsenal. Pero hay quienes sostienen que antes del 2006 era incluso mejor que Gianluigi Buffon.
    La eterna promesa de Francia, Djibril Cissé, se rompió la tibia y el peroné de ambas piernas entre 2005 y 2006. La primera fue con el Liverpool jugando contra el Blackburn Rovers.
    Primero le rompieron la pierna izquierda, aunque alcanzó a recuperarse para alzar la Champions League de 2005 en Estambul contra el AC Milán.
    Jugando con la selección francesa un amistoso previo al Mundial Alemania 2006, un atacante chino le fracturó la tibia y el peroné de la pierna derecha.
    Thierry Henry y Zinedine Zidane no podían creer que eso le estuviera pasando nuevamente a su compañero.
    Cissé nunca pudo consolidarse como la estrella que pudo ser y comenzó a vagar entre equipos chicos de Europa. Hoy juega con el Yverdon de la segunda división suiza.
    En el 2008, un joven goleador brasileño, nacionalizado croata, llamado Eduardo da Silva era pretendido por los grandes de Europa.
    El Arsenal se hizo de sus servicios y Eduardo manifestó su calidad pintándole la cara a Dani Alves con su velocidad.
    A inicios del 2008, el Arsenal era líder absoluto de la Premier cuando Steve Taylor del Birmingham intentó quitarle un balón a Eduardo, quien velozmente lo fintó, aunque no alcanzó a quitar la pierna.
    Nunca recuperó su nivel: salió del Arsenal y comenzó a vagar por el Shakhtar de Ucrania y equipos brasileños como el Flamengo. Hoy está con el Atlético Paranaense. Su masa muscular nunca fue la misma.
    En agosto del 2009, Axel Witsel del Standard de Lieja le rompió la pierna al zaguero polaco Marcin Wasilewski durante un clásico contra el Brujas.
    La Federación de Bélgica le impuso una sanción de ocho juegos a Witsel, entonces promesa de la selección belga.
    Wasilewski tomó casi un año en recuperarse. En el 2013 fichó por el Leicester City cuando aún era equipo de segunda división y se retiró este verano.
    Luke Shaw le costó al Manchester United más de 30 millones de dólares en 2015, aunque una entrada con fuerza desmedida del mexicano Héctor Moreno le ocasionó fractura de tibia y peroné.
    Shaw debutaba en la Champions League contra el PSV Eindhoven y se vio alejado de los campos por ocho meses.
    Tras el partido, Moreno lo contactó por redes sociales para ofrecerle disculpas y Shaw las aceptó.
    Shaw no ha podido recuperar su nivel, e incluso ahora el titular en su puesto es el veterano ecuatoriano Antonio Valencia.
    La más reciente de estas entradas escalofriantes fue del galés Neil Taylor sobre el irlandés Seamus Coleman: otra factura instantánea de tibia y peroné.
    Taylor fue expulsado de inmediato, pero Coleman no podrá volver a los campos durante el resto del año. Ojalá pueda recobrar su nivel con el Everton de la Premier.

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    Imagen Getty y Mexsport.
    Lo del guardameta charrúa de Lobos BUAP, Lucero Álvarez, trae de vuelta casos de jugadores cuyas carreras cambiaron en fracción de segundo.

    "En enero pasaron cosas con el entrenador", añadió Costa, autor de 20 goles en la triunfal temporada pasada del Chelsea, campeón de la Premier.

    "Estaba a punto de renovar y ellos frenaron. Sospecho que el entrenador está detrás de todo eso", dijo Costa.

    "Lo respeto como gran entrenador que es. Hace un buen trabajo y eso se ve. Pero no como persona", estimó el jugador de 28 años, que expresó su "deseo" de fichar por el Atlético de Madrid, en el que jugó entre 2010 y 2014, y admitió que rechazó otras ofertas.

    Costa no participó en las giras de pretemporada de los Blues y está apartado del equipo desde que hizo públicos los mensajes que recibió de Antonio Conte.

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